Nicaragua comienza este lunes las obras de las carreteras de acceso a los lugares en los que se empezará a excavar el Canal interoceánico. El arranque del proyecto ha despertado grandes expectativas económicas, pero también protestas por los expropiados. Nicaragua comienza este lunes las obras de las carreteras de acceso a los lugares en los que se empezará a excavar el Canal interoceánico. El arranque del proyecto ha despertado grandes expectativas económicas, pero también protestas por los expropiados.
Las obras del canal costarán unos 50.000 millones de dólares, tendrá 278 kilómetros de largo, y 230 por 520 metros de ancho, con una profundidad de hasta 30 metros que partirá desde la costa pacífica de Brito, en el suroeste de Nicaragua, y llegará a la desembocadura del río Punta Gorda, en el Caribe, tras atravesar el Gran Lago en 105 kilómetros.
Al menos ese es el plan oficial del país presidido por Daniel Ortega. Así, el Ejecutivo espera que con el inicio de las obras el Producto Interior Bruto (PIB) crezca entre un 4% y un 5%, casi un 11% en 2015 y hasta un 15% en 2016.
No solo se construirá el canal, sino que también se crearán carreteras, dos puertos, un lago artificial, un aeropuerto, un complejo turístico, una zona de libre comercio, así como fábricas de acero. Con esto, se dará trabajo a 50.000 trabajadores y se ofertarán 200.000 empleos, según fuentes oficiales.
HKND Group aún no ha dado datos sobre el impacto ambiental de la obra, de ahí que los ecologistas se hayan quejado de ello, al igual que los campesinos de El Tule y Nueva Guinea que aseguran serán expropiados, por lo que desde hace cuatro días mantiene bloqueos esporádicos de carreteras y vigilias en rechazo al canal.
