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Argentina apelará la decisión del juez Thomas Griesa de embargar los fondos del Banco Central

El Gobierno de Argentina, que preside Cristina Fernández, ha anunciado que el Banco Central de Argentina apelará el fallo del juez estadounidense Thomas Griesa, que ha ordenado embargar fondos de la autoridad monetaria depositados en EEUU por 105 millones de dólares, en favor de los denominados fondos buitres. Esto se produce cuando el Gobierno argentino ha conseguido avanzar en su estrategia de utilizar las reservas para pagar parte de la deuda pública. El Gobierno de Argentina, que preside Cristina Fernández, ha anunciado que el Banco Central de Argentina apelará el fallo del juez estadounidense Thomas Griesa, que ha ordenado embargar fondos de la autoridad monetaria depositados en EEUU por 105 millones de dólares, en favor de los denominados fondos buitres. Esto se produce cuando el Gobierno argentino ha conseguido avanzar en su estrategia de utilizar las reservas para pagar parte de la deuda pública.

Thomas Griesa, que se ha convertido en los últimos años en el terror del matrimonio Kirchner, por tener en sus manos las sentencias sobre el default argentino, ha asegurado que Argentina ha incumplido intencionadamente sus obligaciones legales y, por lo tanto ha implicado a la justicia de EEUU en años de litigios sin un final a la vista. Además el juez estadounidense ha indicado que con este fallo se ha demostrado que el Banco Central no es una entidad independiente.

Hace unas semanas, y sin que trascendiera a los medios, Griesa también ordenó el embargo de miles de millones de dólares sobre los fondos de la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES) depositados en el Citibank en Argentina.

Pero este nuevo intento de amargar a los Kirchner no le salió todo lo bien que esperaba. La Cámara de Apelaciones del Segundo Distrito de Nueva York levantó este embargo que había sido promovido por representantes de fondos privados del exterior.

La mandataria argentina utilizará las reservas del Banco Central de Argentina para pagar parte de los vencimientos de deuda de 2009, que ascienden a 6.500 millones de dólares (4.825 millones de euros).

Estos inversores se negaron a aceptar la oferta en 2005 de Néstor Kirchner para la recompra de deuda. El entonces presidente ofreció un precio de 30 centavos de dólar por cada bono, es decir un 32% del valor nominal, pero un 24% se negó a vender por debajo del precio establecido en la compra.

El país ha quedado fuera de los mercados de deuda internacional desde su cesación de pagos de deuda soberana en el 2002 y los tenedores de bonos han luchado en la corte para recuperar activos que ya han ganado en juicios.

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