En su nuevo análisis la agencia ha estudiado la situación y exposición de aerolíneas, proveedores de automoción, químicos, bienes de consumo empaquetados, metales y minería, petróleo y gas, proteínas y agricultura, pulpa y papel, comercio minorista, telecomunicaciones y transporte.
La agencia de calificación crediticia expone que alrededor del 25% de las empresas latinas no financieras calificadas enfrentarían un nivel de estrés «moderado» o «alto» en un escenario con riesgos a la baja, mientras que el 10% de las firmas observaría algún beneficio.
El análisis también indica que la mayoría de las empresas no financieras calificadas en la región ha acumulado un colchón en las métricas crediticias y de liquidez desde principios de 2020, principalmente a través de esfuerzos de reducción de costes y gestión de pasivos.
Por otro lado, Moody’s ha manifestado que, pese a tener pocos vínculos con los países implicados en el conflicto, América Latina está sufriendo el aumento en los precios de la energía y una nueva crisis de suministro, un efecto combinado que ya está restringiendo el acceso a algunos alimentos y productos industriales clave para la región.