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Renta fija

El peligro de los préstamos apalancados que hace saltar todas las alarmas

La calidad de la protección de los inversores marca un mínimo histórico: un 85% de los préstamos apalancados con ‘covenant-lite’.

Globo terráqueo

Si se produce –o cuando se produzca- el descalabro, será difícil decir que no hubo advertencias. El Fondo Monetario Internacional(FMI), el Banco Internacional de Pagos (BIS), la Reserva Federal o el Banco de Inglaterra alertan cada poco tiempo del riesgo acumulado a través de los préstamos apalancados, pero mientras tanto este tipo de deuda más arriesgada sigue acumulando récords preocupantes.

Uno de los últimos tiene que ver con la calidad de la protecciónde los inversores en este mercado, que acaba de tocar un nuevo mínimo histórico. De acuerdo con S&P Global Market Intelligence, al cierre del año pasado un 85% de todos los préstamos apalancados eran ‘covenant-lite’, es decir, que carecen de los requisitos financieros que se suelen exigir a las empresas a la hora de concederles un crédito.

El panorama es incluso más desolador en Europa, donde el 87% de los préstamos son ‘cov-lite’. Para hacerse idea de la magnitud del problema, no tan lejos como en 2011 el porcentaje era de apenas un 23%. Sólo el año pasado se colocaron en el mercado 452.000 millones de dólares en nuevas emisiones de préstamos apalancados de este tipo. Los créditos ‘covenant lite’ no dejan de ser préstamos normales, pero con unas exigencias, condiciones y colaterales mucho más reducidas de lo habitual. Esto permite que empresas que tendrían muy difícil acceder a crédito dadas sus condiciones financieras acaben acumulando deuda.

A finales de enero, Moody’s Investors Service ya advertía de algo parecido al señalar que su Loan Covenant Quality Indicator, que mide el grado de protección general de los inversores en los paquetes de préstamos de grado especulativo, subió a un récord de 4,16 en el cuarto trimestre, superando el máximo anterior de 4,10. El indicador utiliza una escala de 1 a 5 en la que 1,0 muestra las mayores protecciones posibles para los inversores y 5,0 las menores.

Una explicación puede ser que la más tradicional financiación bancaria ha quedado en un segundo plano. De acuerdo con cálculos de JP Morgan, actualmente un 91% de los préstamos apalancados es otorgado por prestamistas no bancarios, mientras que a mediados de los 90 el porcentaje era de apenas un 29%. En concreto, los préstamos apalancados están siendo financiados principalmente por administradores de inversiones y hedge funds, y utilizados para alimentar el creciente mercado de collateralized-loan obligations (CLO), un producto estructurado que trae a la memoria las prácticas más agresivas que condujeron a la crisis.

Se calcula que más del 60% de los préstamos con calificación por debajo de grado de inversión han sido adquiridos por estos vehículos.

El total de préstamos apalancados vivos en el mercado es de alrededor de 1,6 billones de dólares, aunque las estimaciones varían. El total de nuevas emisiones de préstamos apalancados fue de más de 700.000 millones de dólares en 2018. Un préstamo apalancado es aquel en el que una empresa (o una persona física) se endeuda para financiar una operación, normalmente de inversión. Al aumentar el capital invertido mediante el crédito, la rentabilidad de esta operación puede multiplicarse, pero al mismo tiempo se asume un riesgo mucho mayor si las cosas no salen como se esperaba.

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