Los datos de la ONG indican que 151 individuos perdieron la vida baleados de manera accidental o intencionada.
Asimismo, de acuerdo con el estudio, desde el comienzo del nuevo año 198 personas se suicidaron disparándose, por lo que un total de 349 fallecieron a causa de armas de fuego.
Según la ONG, entre los fallecidos hay tres niños menores de 11 años y 13 adolescentes, así como otros tres niños y 36 jóvenes menores de edad resultaron heridos por disparos.
Además, Gun Violence Archive registró siete tiroteos masivos, cinco de los cuales sucedieron el primer día del año en las ciudades de Chicago, Durham, Columbus, Allentown y Ocala, y los otros dos ocurrieron el día 3 de enero en Washington y Nueva Orleans.
Se califica de tiroteo masivo cuando cuatro o más personas sufren heridas debido a disparos.