«La economía ecuatoriana no ha tenido una buena recuperación después del covid-19. Si bien se expandió en el 2021, era como un rebote luego de haber caído muy abajo, pero después en 2021, 2022 y 2023, ya teníamos una tendencia a la caída económica, y en 2024, finalmente, de acuerdo con el informe del FMI (Fondo Monetario Internacional), la economía decreció en 0,4 por ciento», precisó a la Agencia Sputnik el economista Santiago García.
Docente de la Universidad Central, García argumentó que la recesión es un proceso que se ha dado en el país en los últimos cuatro años, debido principalmente a la falta de inversión privada y el bajo consumo interno.
En su más reciente informe, publicado el 15 de enero pasado, el Banco Central del Ecuador (BCE) informó que la economía decreció los tres primeros trimestres de 2024, y, aunque están por confirmarse las cifras del último trimestre, se presume la tendencia continúo en los meses finales del año.
Las últimas cifras de la Encuesta Nacional de Empleo, Desempleo y Subempleo (ENEMDU), elaborada por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos, indican que la tasa de empleo adecuado en el último trimestre del año terminó en 34,1 por ciento, mientras que en el mismo periodo de 2023 se ubicó en 36 por ciento.
Según el INEC, aunque se redujo la tasa de desempleo, pasando de 3,6 por ciento en 2023, a 3,4 en 2024, el subempleo pasó del 20,3 por ciento en 2023 a 23,2 por ciento en 2024.
Las personas subempleadas son aquellas que perciben ingresos inferiores al salario mínimo y/o trabajan menos de 40 horas semanales.
La tasa de desempleo, en tanto, pasó del 3,5 por ciento en noviembre de 2023 al 3,7 por ciento en noviembre de 2024.
Según el INEC, en el 2023 se registró un 26 por ciento de desempleo y en el 2024 esta cifra subió al 28 por ciento, lo que significa que 5,2 millones de personas en el Ecuador tenían a fines del año pasado ingresos mensuales menores a 91,43 dólares.
En tanto, la extrema pobreza en el año 2024 subió al 12,7 por ciento, afectando a 2,4 millones de personas, que tienen ingresos mensuales a 51,53 dólares.
El economista Alberto Acosta Burneo considera que los problemas que afronta Ecuador se deben a la infinidad de barreras y candados constitucionales que bloquean la inversión privada, como trámites, permisos y normativas que estancan los procesos.
Los expertos coinciden en el impacto en la economía de la crisis energética, la baja producción petrolera y la inseguridad que afrontó el país en 2024.
Respecto a la situación energética, el país registró apagones prolongados desde septiembre de 2023 hasta diciembre de 2024, atribuidos al estiaje o bajo caudal de las fuentes que aportan a las hidroeléctricas, a su vez generadoras del 72 por ciento de la electricidad que se produce en el país, a causa de la peor sequía en los últimos 61 años.
Esta crisis, según las estimaciones de la Cámara de Comercio de Quito, generó una pérdida de 4.000 millones de dólares para el sector industrial, mientras que el sector comercial experimentó una merma de 3.500 millones de dólares.
Otro sector que se vio muy afectado fue el de la producción petrolera que, de acuerdo al BCE, cerró el año con una caída del dos por ciento, con el reporte de 466.895 barriles diarios de petróleo producidos entre enero y noviembre de 2024, la cifra más baja desde 2020.
García destacó como un acierto del presidente, Daniel Noboa, el incremento del impuesto al valor agregado (IVA), del 12 al 15 por ciento, para destinar ese dinero al combate al narcotráfico.
También calificó positivamente la puesta en orden de los aspectos fiscales, la aprobación de la Ley de Eficiencia Económica y los impuestos que se han cobrado a los sectores empresariales y financieros.
Sin embargo, apuntó que está pendiente una política nacional de reactivación económica que permita un crecimiento del sector productivo nacional, y que el Gobierno se enfoque en la economía popular solidaria, la economía familiar, la campesina y la artesanal.
Por su parte, Acosta señaló que las medidas de Noboa no han atacado en profundidad los principales problemas del país y abogó por un verdadero compromiso para ejecutar cambios estructurales, tanto en el campo jurídico como en seguir trabajando por la independencia de la Justicia.
«El desafío es profundizar la reforma, no quedarse en lo cosmético, porque eso no va a permitir acelerar el crecimiento de manera significativa», aseveró, en referencia a la Ley Orgánica de Eficiencia Económica y Generación de Empleo, que otorga incentivos a las empresas por la creación de puestos de trabajo y de inversiones, a la vez que establece un nuevos sistemas de zonas libres de impuestos y un nuevo sistema de alianzas público-privadas.
Presentado en diciembre de 2023, fue el primer proyecto de ley que la Asamblea Nacional aprobó durante la administración de Noboa.
Acosta dijo que se espera una recuperación económica, en el entorno del 1,5 por ciento para este año, aunque advirtió que el crecimiento sigue siendo muy escaso como para generar bienestar para los ciudadanos.
Los candidatos con más opciones para ganar la Presidencia plantean diferentes visiones sobre cómo manejar la economía.
El presidente, Daniel Noboa, quien aspira a su reelección por el centroderechista movimiento «Acción Democrática Nacional» (ADN), apuesta al aumento de la inversión privada y de los impuestos, mientras que Luisa González, del movimiento Revolución Ciudadana (RC, izquierda), enfoca su proyecto de gobierno en la inversión pública y la diversificación de la matriz productiva.
Entre las propuestas de Noboa están implementar políticas que atraigan inversiones, incluyendo la simplificación de trámites, mejora de la seguridad jurídica y oferta de incentivos fiscales en áreas estratégicas.
El actual mandatario considera que la inversión privada es esencial para el crecimiento económico y la creación de empleo, aportando capital, conocimientos técnicos y acceso a mercados internacionales.
Además, propone mantener una política de presupuesto base cero, donde las entidades justifiquen anualmente sus gastos, y crear una institución independiente para auditar la deuda pública.
También busca incrementar las reservas internacionales para proporcionar una red de seguridad ante shocks económicos externos, de manera que Ecuador envíe una señal positiva a los inversores sobre su compromiso con políticas económicas sólidas.
En tanto, González propone fortalecer la economía promoviendo la sostenibilidad fiscal y la inclusión financiera.
Apunta, además, a diversificar la matriz productiva apostando por sectores como la manufactura y las industrias tecnológicas y fomentar la inversión pública con el objetivo de dinamizar la economía.
La candidata de izquierda propone también una auditoría integral de la deuda pública desde 2017, con el objetivo de evaluar su legitimidad y sostenibilidad, tomando en cuenta que, según cifras oficiales, la deuda pública de Ecuador ha aumentado significativamente pasando de 27.871 millones en 2017 a 62.428 millones en 2024.
Por su parte, Leonidas Iza, candidato a la presidencia por el movimiento indígena Pachakutik (izquierda), enfoca sus propuestas en fortalecer la producción nacional, impulsando las empresas públicas existentes; renegociar la deuda externa y promover la economía popular y solidaria, con la participación activa de las comunidades y cooperativas.
Otros candidatos proponen cambios más radicales, como Andrea González, la candidata del Partido Sociedad Patriótica (centroderecha), quien estaría como tercera en las encuestas y propone que al menos nueve ministerios pasen a ser secretarías, con el objetivo de optimizar la eficiencia gubernamental.
González apunta a reducir la participación del Estado en la economía y plantea la creación de un marco regulatorio que incentive la inversión privada en proyectos de energías renovables.
Para el economista Acosta, quién gane en las urnas tendrá que, como primer paso, destrabar la inversión, es decir, simplificar los trámites y eliminar barreras de entrada, y, en segundo lugar, promover la apertura financiera, para lo cual deberá modernizar la legislación bancaria y enlazar al sistema financiero nacional con el mercado internacional.
En su opinión, la política pública debe tener como prioridad lograr el crecimiento económico, lo cual se logra solo «vía más inversión productiva e inversión privada».
En tanto, su colega García cree que el reto del próximo Gobierno será presentar políticas de reactivación basadas en el sector privado, posibilitando que el sector privado pueda complementar las grandes inversiones públicas en el petróleo y el sector minero, para poder expandir la economía y generar más empleo.
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