Gabriela Ramos, directora de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), ha abogado por una nueva economía en la que el crecimiento sea «más incluyente, igualitario y sostenible desde todos los puntos de vista, no solo el medioambiental». Así lo ha asegurado en la inauguración de una jornada organizada por la Fundación Ramón Areces y la OCDE bajo el lema ‘Entender cómo funciona la economía y como hacerla trabajar en beneficio de todos’. «En los países de la OCDE, el 40% de la población siente que no ha mejorado sus objetivos», ha añadido. A juicio de Ramos, lo importante es transmitir la idea de que «se puede crecer de manera distinta» y que «eso pasa por tomar decisiones que incluyan a sectores en desventaja y teniendo en cuenta el medio ambiente. Es la única forma de conseguir los objetivos de desarrollo sostenible», ha asegurado. Y ha destacado un dato: el 40% de la riqueza se ha concentrado en el 10% de la población.
La directora de la OCDE también se ha referido al proceso de transformación digital como uno de los procesos de cambio «más dinámicos» de los últimos tiempos. Sin embargo, ha lamentado que grandes plataformas estén capitalizando todo el protagonismo y que se esté dejando de lado el crecimiento incluyente que defiende la OCDE. «Siempre se ha pensado que es mejor concentrarse primero en crecer y después en distribuir, pero es necesario un cambio de modelo porque además sabemos que vamos a seguir en la senda del crecimiento bajo durante algún tiempo».
Ramos ha afirmado que «los ciudadanos han perdido la confianza en las instituciones». «La confianza, que es el elemento más importante para el desarrollo de la sociedad y de cohesión, lo hemos perdido en estos últimos años de crisis monumental». «No estamos siendo capaces de captar las esperanzas de nuestras sociedades y uno de los factores que más dolor ha causado es que los padres notan que sus hijos no van a tener las mismas oportunidades que tuvieron ellos. Todo esto ha provocado un aumento de los populismos y de los nacionalismos», ha añadido.
Por último, Ramos ha aprovechado la presencia de la ministra de Economía y Empresa, Nadia Calviño, para solicitar políticas que tengan en cuenta ese crecimiento más igualitario y sostenible. «El Estado tiene que actuar para corregir los fallos que puedan detectarse en el mercado. Tenemos que poner el crecimiento incluyente en el centro del debate y priorizar aquellas políticas que caminen hacia esta idea. Necesitamos el apoyo del Gobierno en la OCDE en un mundo en el que se siguen defendiendo las malas prácticas», ha concluido.
Por su parte, la ministra de Economía y Empresa, Nadia Calviño, ha defendido que precisamente «el crecimiento incluyente es la meta hacia la que se dirigen las políticas del Gobierno». «El PIB no puede ser el indicador que nos diga si estamos creciendo o no. Es necesario introducir otras muchas variables para conocer la realidad. En los últimos años, la desigualdad ha aumentado y esto supone un reto social y económico porque intensifica el endeudamiento, la inestabilidad y la vulnerabilidad, también genera descapitalización…», ha explicado. Según Calviño, cuando se analiza el binomio formado por economía y bienestar surgen otros elementos como la interacción entre la economía y otras disciplinas, por lo «es necesario abordar un debate para sentar las bases del crecimiento sostenido e inclusivo para los próximos 20 años». Una de las medidas que ha propuesto Calviño es fomentar la igualdad de género en el mundo académico, en concreto entre los economistas, donde la presencia femenina, ha dicho, es en estos momentos muy reducida.
El director de la Fundación Ramón Areces, Raimundo Pérez-Hernández, ha subrayado en la inauguración de esta jornada la colaboración de esta institución con la OCDE en los últimos nueve años. «Fruto de esa alianza se han celebrado otros dos seminarios sobre las oportunidades más allá de la crisis y sobre la transformación digital, en ambos con la asistencia del Secretario General de la OCDE, Angel Gurria», ha recordado.