El ministro de Hacienda de Bolivia, Herbert Muller, ha negado que la reciente intervención del Banco Boliviano Americano (BBA) haya causado pérdidas para el estado de 100 millones de dólares (unos 93,4 millones de euros).
La Superintendencia de Bancos intervino la institución financiera en la madrugada del sábado 22 de mayo, tras observar signos de insolvencia, operaciones a fondo perdido e imposibilidad de obtención de nuevos capitales por parte de BBA. El organismo interventor adjudicó la entidad al Banco de Crédito, filial del grupo peruano del mismo nombre, que pagó 4,15 millones de dólares (3,9 millones de euros) por la cartera de deudores y los depósitos del BBA. Las cuentas de los clientes del banco intervenido fueron trasladadas también al Banco de Crédito, que engordó su número de titulares hasta las 206.000, con lo que se coloca como segundo banco mayor de Bolivia por número de clientes.
El ministro afirmó que la intervención del BBA constituyó una medida preventiva cuyo primer objetivo fue evitar pérdidas al Estado y perjuicios a los 56.000 clientes del banco.