La decisión es una reacción a las políticas gubernamentales brasileñas que, según argumenta la Casa Blanca en un comunicado, constituyen una amenaza inusual y extraordinaria a la seguridad nacional, la política exterior y la economía de los Estados Unidos».
En la orden ejecutiva firmada por el presidente estadounidense, Donald Trump, también se declara una nueva emergencia nacional para establecer dicho arancel por el perjuicio que sufren las empresas estadounidenses, los derechos de libertad de expresión de las personas estadounidenses y la economía de este país por las acciones procedentes de Brasil.
Acerca del juicio a Bolsonaro, la Casa Blanca considera que «la persecución, la intimidación, el acoso, la censura y el procesamiento por motivos políticos» por parte del Gobierno de Brasil del expresidente brasileño Jair Bolsonaro y de miles de sus partidarios «son graves abusos de los derechos humanos que han socavado el Estado de derecho en Brasil».



