Lula da Silva, al igual que su futuro vicepresidente Geraldo Alckmin, ha recibido las credenciales de manos del presidente del Tribunal Superior Electoral de Brasil (TSE), Alexandre de Moraes, en una ceremonia celebrada en la sede del organismo en la capital brasileña, Brasilia.
Tras recibir esta certificación, Lula ha pronunciado un discurso en el que ha puesto en valor la «valentía» tanto del TSE como del Tribunal Supremo Federal, quienes se han tenido que enfrentar durante el proceso electoral a «todo tipo de ofensas, amenazas y agresiones para hacer valer la soberanía del voto popular».
«Los enemigos de la democracia ponen en duda las urnas, cuya fiabilidad es reconocida desde hace tiempo en todo el mundo», ha manifestado Lula, quien a su vez ha denunciado intentos de soborno a electores e impedimentos para acudir a los colegios electorales, recoge ‘O Globo’.
Así, el futuro presidente brasileño ha lamentado que mientras la población estaba a la espera de un «debate político democrático», se encontraron con un clima «envenenado con mentiras» surgidas desde los «bajos fondos de las redes sociales».
«Sembraron mentiras y odios, y el país cosechó una violencia política que solo se ha visto en las páginas más tristes de nuestra historia. Y sin embargo, ganó la democracia», ha aseverado un emocionado Lula, quien ha tenido que parar su discurso entre lágrimas mientras los asistentes se han levantado para aplaudirle.