A esa conclusión llegaron el gerente de contratos de la empresa estatal Yacimientos de Litio Bolivianos (YLB), Alfonzo Pérez, y el presidente de la organización cívica del sudoccidental departamento de Potosí (Comcipo), Edgar Borth, en entrevista con la Agencia Sputnik, ante las observaciones planteadas por el diputado del partido de derecha Creemos, Walty Egüez.
«Definitivamente, hay un deseo de protagonismo político, dada la coyuntura actual y siendo un año electoral. Son sectores que estuvieron callados mucho tiempo y pretenden hablar en nombre de las comunidades de Potosí (sur). En la socialización y los trabajos previos que hicimos, el sentir en las comunidades es que haya una inyección de liquidez y que haya generación de empleos», explicó Pérez.
La estatal YLB firmó dos contratos de explotación e industrialización de litio con Hong Kong CBC y Uranium One Group en 2024, que consisten en la construcción de tres factorías en el salar de Uyuni, en el departamento productor del metal Potosí, por un monto global de inversión de casi 2.000 millones de dólares.
Estos acuerdos, que consisten en la explotación de recursos naturales, deben ser aprobados por las Cámaras de Diputados y Senadores, según la legislación boliviana, para que se hagan efectivas las inversiones.
«En 2021 se buscó socios que ya cuenten con la tecnología (Extracción Directa de Litio- EDL) para que podamos recuperar tiempo perdido; si Bolivia no logra consolidar este proyecto, se pierde la oportunidad de hacer el negocio, de consolidarnos como un actor importante en la provisión de minerales, teniendo las reservas más grandes en salmuera y nos deja en una posición más complicada», advirtió el ejecutivo de YLB.
En tanto, en palabras de Borth, los bolivianos están en una carrera contrarreloj para impulsar la industrialización de litio y existe el riesgo de que los contratos queden archivados, por la cercanía de los comicios presidenciales del próximo 17 de agosto.
«La disyuntiva es si se va a encarar desde lo político o desde el ángulo técnico, porque queremos despolitizar los temas de industrialización en Potosí y creo que es la mejor manera de desarrollar tecnología e intercambio de conocimientos, y generar el mayor flujo económico», dijo a la Agencia Sputnik.
El líder cívico de Potosí considera que el Gobierno de Luis Arce no planificó adecuadamente los plazos para discutir un tema tan importante como es la industrialización de litio, porque el mandatario de izquierda se encuentra actualmente en su último año de gestión.
«Lamentablemente, a estas alturas de una gestión gubernamental y cuando estamos empezando una carrera electoral, se están tratando temas de vital importancia y eso nos va a perjudicar porque se va a politizar», lamentó Borth.
Las observaciones a los contratos de industrialización de litio vienen de algunos parlamentarios como el diputado Walty Egüez, del partido Creemos (derecha), quien considera que los acuerdos favorecen a las empresas extranjeras y no al Estado boliviano, porque generará más ganancias para ellos.
«Nosotros como Creemos no lo vamos a aprobar. Es más, tenemos estas observaciones y vamos a hacer lo imposible para que la población tome conciencia del ‘entreguismo’ de estos contratos y no permita que se apruebe un contrato que no le da las utilidades que debería tener el país, a través de la comercialización del litio», cuestionó, en entrevista con la Agencia Sputnik.
Una de las observaciones que hace Egüez, por ejemplo, es que la empresa Hong Kong CBC carece de experiencia en industrialización de litio y no tiene en su haber proyectos de envergadura internacional.
«La primera observación: la empresa china, por ejemplo, no tiene experiencia en el tratamiento para producir litio. No lo tiene, no está dentro de su razón social y ni siquiera está haciendo otro proyecto en otra parte del mundo», indicó.
En su opinión, el Gobierno de Luis Arce busca a como dé lugar dar marcha a esos proyectos para la inyección de dólares en la economía, lo que daría liquidez al país ante la escasez de la divisa.
«El Gobierno está urgido a que de cualquier forma lleguen dólares al país para disfrazar y tapar la crisis económica que hay en el país», dijo.
Otra observación del legislador es que el contrato con la empresa china establece que Hong Kong CBC pagará a Bolivia por tonelada de litio al precio referencial del mercado de Shanghai y no del precio internacional.
«Si los chinos están, por decir, pagando por tonelada 10. 000 dólares, mientras en el mercado internacional se está pagando 15.000 dólares, y nosotros estamos perdiendo ingresos», lamentó.
Bolivia intentó en reiteradas oportunidades desde 1990 industrializar el litio, primero, con la Lithium Corporation Of América (Lithco) y, el más recientemente hace 18 años, pero sin éxito. En abril de 2008, el Gobierno del expresidente Evo Morales (2006-2019) declaró prioridad nacional la explotación de recursos evaporíticos del Salar de Uyuni y la creación de la Dirección Nacional de Litio, con un presupuesto de 5,7 millones de dólares para impulsar un proyecto piloto.
Actualmente, el temor de los habitantes de la región productora de litio, Potosí, es que nuevamente queden en papel los proyectos de industrialización por intereses políticos, que postergan el desarrollo del país sudamericano.
«Hablando de industrialización todos los momentos son oportunos, nosotros tenemos experiencias muy complicadas, la Lithco allá por los años 1990 se paralizó y retrocedió, sin saber los contenidos de los acuerdos, movieron a las masas para frenar los contratos y se suspendieron. En ese tiempo estaba iniciando el interés por el litio. No se dio nada y ahí se quedó en la nebulosa qué pudo haber pasado si hubieran analizado esos acuerdos», recordó Borth, de Comcipo.
Después de esos dos intentos fallidos, en 2017 se crea YLB con la estrategia nacional de explotación e industrialización de los recursos evaporíticos del país, que actualmente ya avanzó con la firma de contratos, pero el principal obstáculo está en la Asamblea Legislativa Plurinacional.
«En los últimos años se dio el desarrollo de otras tecnologías de explotación e industrialización de litio en Chile y Argentina, y otros países del mundo. Hemos perdido mucho tiempo en el desarrollo tecnológico en Bolivia y por eso urge el cambio tecnológico», argumentó el gerente de contratos de YLB.
En primera instancia, Bolivia intentó con la tecnología de piscinas de evaporación para extraer litio de soluciones salinas en Uyuni, pero ahora esa técnica es considerada obsoleta porque depende mucho del clima y no es suficiente para trabajar a escala industrial.
Ahora se apuesta por la ELD por la rapidez del proceso, pero se requiere instalaciones industriales, cumplir con normas medioambientales para minimizar los desechos y una inversión considerable.
Con reservas de 23 millones de toneladas en salares en Potosí, según el Servicio Geológico de EEUU, Bolivia forma parte del parte del «Triángulo del Litio» en Sudamérica junto a Argentina (19 millones de toneladas) y Chile (9 millones de toneladas), que concentran en conjunto las mayores reservas del mundo.
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