En una rueda de prensa, Del Castillo ha explicado que, el 24 de julio de 2019, el subsecretario adjunto del Departamento de Estado de Estados Unidos para Asuntos del Hemisferio Occidental, Kevin O’Reilly, llegó a Bolivia y se reunión con representantes de las embajadas de Perú, Argentina, Brasil, la Organización de Estados Americanos (OEA) y de la Unión Europea (UE).
«Este señor empezó a insinuar la posibilidad de un fraude en Bolivia sin pruebas. Estamos hablando de julio de 2019, mucho antes ya se estaría adelantando a los hechos y marcando la ‘hoja de ruta’ en Bolivia respecto a las elecciones que sucederían en octubre de 2019», ha agregado, según ha recogido el diario ‘La Razón’.
«Siguiendo ese manual del subsecretario adjunto de Estados Unidos, el 20 de octubre se llevaron las elecciones y ese mismo día Carlos Mesa –candidato a la Presidencia por Comunidad Ciudadana– se declaró ganador pese a existir una gran ventaja a favor de Evo Morales –candidato por el Movimiento Al Socialismo (MAS)–«, ha continuado.
Del Castillo ha presentado este lunes los supuestos equipos y municiones que llegaron de Argentina y Ecuador durante la crisis de 2019, que fueron enviados con el supuesto objetivo de reprimir las protestas surgidas en el marco de la crisis postelectoral de 2019.
Morales se proclamó vencedor de las elecciones de 2019, en las que buscaba un cuarto mandato, pero su principal rival, Mesa, que quedó segundo, denunció un «fraude gigantesco».
Las partes accedieron a que la OEA realizara una auditoría con la que detectó «irregularidades». Morales dimitió el 10 de noviembre en medio de una ola de violencia que dejó más de 30 muertos. Jeanine Áñez, entonces ‘número dos’ del Senado, se proclamó presidenta interina para llenar el vacío de poder.
Bolivia volvió a celebrar elecciones presidenciales el 18 de octubre de 2020, fecha pospuesta en varias ocasiones a causa de la pandemia de la COVID-19. En los comicios, Luis Arce, candidato del MAS, ganó los comicios en primera vuelta, con más del 55 por ciento de los votos.