La mandataria explicó en su conferencia de prensa que el exfuncionario “tiene que llevar su juicio en México” y que la orden de búsqueda y detención estaba vigente en más de 190 países desde noviembre de 2021.
Un caso de corrupción internacional
La detención se enmarca en el escándalo de Odebrecht, una red de sobornos millonarios a políticos, funcionarios y empresarios en al menos 14 países, que la constructora brasileña pagó durante dos décadas para obtener contratos y ventajas en proyectos de obra pública.
En el caso de Treviño, las autoridades mexicanas lo acusan de recibir 4 millones de pesos (unos 200.000 dólares) para favorecer la continuidad de un contrato de suministro de etano entre Pemex Gas y Petroquímica Básica y Braskem, filial de Odebrecht.
Treviño dirigió la petrolera estatal entre 2017 y 2018, en la recta final del gobierno de Enrique Peña Nieto, y en 2021 negó las acusaciones en una carta enviada a un juez, alegando falta de garantías para un juicio justo, motivo por el que decidió radicarse en EEUU.
La magnitud de la operación de Odebrecht, que involucró sobornos en América Latina y África, convirtió el caso en uno de los mayores escándalos de corrupción de las últimas décadas.
Cooperación con Estados Unidos
Sheinbaum subrayó la colaboración de Estados Unidos en la captura y recordó que existe una solicitud de extradición contra el exdirector de Pemex.
Asimismo, instó a Washington a “hacer su parte” en el combate al tráfico de drogas y la incautación de armas en territorio estadounidense, reforzando así la cooperación bilateral en materia de justicia y seguridad.
En palabras de la presidenta mexicana, la detención representa un paso importante para que “nadie esté por encima de la ley” y para que se juzgue en México a quienes han utilizado cargos públicos para enriquecerse ilícitamente.