El endurecimiento comercial de Estados Unidos bajo la presidencia de Donald Trump vuelve a tensar las relaciones con Brasil.
La decisión de imponer un arancel del 50% a las importaciones procedentes del país sudamericano ha generado una fuerte reacción por parte del presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, quien instó a su homólogo estadounidense a actuar “como en el mundo civilizado”: con diálogo y negociación.
A pocos días de la entrada en vigor de la medida, una comitiva de senadores brasileños viaja a Washington con la esperanza de abrir una vía diplomática.
Lula critica la “falta de diálogo” en la decisión de Trump
Durante un acto en Río de Janeiro, Lula expresó su esperanza de que Trump recapacite y valore la importancia de las relaciones entre ambos países. “Espero que el presidente de EEUU reflexione sobre la importancia de Brasil y decida hacer lo que se hace en el mundo civilizado”, afirmó, aludiendo al diálogo como vía para resolver diferencias comerciales.
Según Lula, la medida no solo es injusta, sino también peligrosa: “La forma abrupta, individual, de tomar la decisión de que vas a multar, de que vas a tasar a Brasil con el 50% no ayuda a nadie”, declaró, visiblemente molesto.
La medida arancelaria de EEUU se aplicaría a partir del 1 de agosto, afectando gravemente a sectores clave de la economía brasileña como el agronegocio y la industria manufacturera
Trump vincula los aranceles al caso Bolsonaro
La decisión del presidente estadounidense no es meramente económica. Trump justificó el aumento de los aranceles a Brasil señalando el “trato injusto” que, según él, estaría recibiendo el expresidente Jair Bolsonaro en su país. El exmandatario brasileño enfrenta un juicio por su presunta implicación en un intento de golpe de Estado tras perder las elecciones de 2022.
Esta declaración ha sido interpretada en Brasil como un gesto de alineamiento político con el bolsonarismo, que podría tensar aún más la relación entre ambos gobiernos.
Intento desesperado de mediación en Washington
Ante la falta de respuesta formal por parte de Washington, el Gobierno brasileño, a través del vicepresidente y ministro de Industria y Comercio, Geraldo Alckmin, ha tenido dificultades para establecer un canal de negociación con la Casa Blanca.
Este lunes, una delegación de ocho senadores brasileños, incluyendo tanto oficialistas como bolsonaristas, emprendió una misión oficial a Washington con el objetivo de persuadir a la administración Trump de que reconsidere su postura o, al menos, extienda el plazo de entrada en vigor del arancel.