En un clima político cada vez más polarizado, Lula da Silva ha encendido la campaña electoral con un anuncio directo: se presentará a la reelección. Sus declaraciones llegan justo después de un nuevo golpe judicial contra Bolsonaro, quien fue registrado por la policía y obligado a usar una tobillera electrónica. Aunque inhabilitado hasta 2030, el expresidente aún agitaba la posibilidad de volver, una idea que Lula quiere cerrar definitivamente.
La Fiscalía ha solicitado prisión para Bolsonaro por el intento golpista. La sentencia se espera para septiembre y podría sellar su salida definitiva de la política
Lula confirma su candidatura si la salud lo acompaña
Durante un acto en el estado de Ceará, el mandatario de 78 años dejó clara su intención: “Si el año que viene tengo la misma salud que tengo hoy, seré candidato para ganar las elecciones”.
En un tono encendido, Lula arremetió contra la era bolsonarista: “No voy a entregar este país de vuelta a esa panda de locos que casi destruye Brasil en los últimos años, pueden estar seguros de eso; ellos no volverán”.
Bolsonaro, acorralado por la Justicia
Pocas horas antes del discurso de Lula, la policía había registrado el domicilio de Jair Bolsonaro y le impuso una tobillera electrónica, medida que busca impedir su fuga ante el juicio que se avecina.
El expresidente enfrenta una posible condena de más de 40 años por su presunta implicación en un intento de golpe de Estado, tras no reconocer su derrota en las elecciones de 2022.
Un 2026 decisivo para el futuro político de Brasil
Aunque Bolsonaro está inhabilitado hasta 2030, seguía sosteniendo públicamente que sería candidato. Su caída judicial, sin embargo, refuerza el discurso de Lula, quien se presenta como garante de la estabilidad frente al caos institucional del bolsonarismo.
Con esta confirmación, Lula anticipa una campaña electoral que podría volver a polarizar profundamente al país, mientras la justicia marca el futuro de su principal adversario.