«Aerolíneas Argentinas suspende la mesa de negociación salarial con los gremios», anunció la empresa en un comunicado.
La compañía tomó esta decisión después de que cuatro vuelos internacionales tuvieran que ser cancelados el fin de semana.
En consecuencia, 2.178 pasajeros que tenían planificado viajar desde y hacia Cancún, Miami, Roma y Madrid, no pudieron abordar sus vuelos y tuvieron que ser reubicados con otros itinerarios.
El jueves se habían reanudado las conversaciones entre los gremios de la Asociación Argentina de Aeronavegantes (AAA), la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA), y la Asociación del Personal Aeronáutico (APA) y representantes de la Secretaría de Transporte y la Jefatura de Gabinete.
Aerolíneas Argentinas informó que el viernes también hubo reuniones técnicas y que se programaron encuentros para esta semana, pero que, sin embargo, «aún en este contexto de reapertura de mesas de trabajo, el gremio APLA tomó la decisión de provocar la cancelación de cuatro vuelos internacionales».
La compañía alegó que había «hecho mención expresa a la situación de esos vuelos» y que APLA tuvo «una manifiesta falta de interés y de voluntad en hacer que esos vuelos se operen», pese a que contaba «con las herramientas para evitar estas cancelaciones».
Para los dirigentes de la empresa, la cancelación de los vuelos fue una «provocación irresponsable» de las autoridades de APLA, que «demuestra que el conflicto salarial es una excusa para las autoridades del gremio -no así para sus afiliados- para dar una batalla política personal».
La firma estatal anunció que denunciará al gremio ante las autoridades gubernamentales y judiciales «por su naturaleza abusiva y su perjuicio económico directo para la compañía».
A finales de octubre, la coalición gobernante la Libertad Avanza (ultraderecha), logró que se aprobara un dictamen en un plenario de comisiones de la Cámara de Diputados para avanzar con la privatización de la empresa.
Constituida en 1950, privatizada en 1989 y reestatizada en 2008, Aerolíneas fue excluida de las empresas a ser privatizadas en una ley clave para la actual gestión, sancionada en el Congreso el 28 de junio, la Ley Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos.
El 2 de octubre, el Gobierno argentino declaró a Aerolíneas como una empresa sujeta a privatización, a través de un decreto publicado en el Boletín Oficial.
En 2023, la empresa tuvo una pérdida de 90 millones de dólares, según certificó la Auditoría General de la Nación, pero no recibió ningún aporte del Estado porque no tuvo necesidad de ejecutarlo.
Fuentes de la empresa indicaron a la Agencia Sputnik que el Gobierno no reconoce esta cifra y sostiene que la aerolínea tuvo un déficit de 200 millones de dólares; afirman, además, que su pasivo neto operativo, antes de descontar impuestos e intereses, ascendió a 390 millones de dólares.
La compañía opera en la actualidad dos tercios de los vuelos nacionales y cuenta con más de 11.000 trabajadores.