«La reindustrialización es esencial para retomar el crecimiento sostenible», dijo durante su primer discurso como ministro, destacando que es «urgente» revertir la desindustrialización que Brasil sufrió en los últimos años.
Alckmin recordó que aunque representa apenas el 11 por ciento del Producto Interno Bruto brasileño, la industria de transformación aporta el 69 por ciento de toda la inversión en investigación, y que la pérdida de importancia de la industria aboca al país al estancamiento.
El nuevo ministro también dijo ser favorable a una reforma tributaria que simplifique los impuestos para que las industrias mejoren su productividad y se comprometió a crear una secretaría de desarrollo verde que trabajará junto con el Ministerio de Medio Ambiente.