«En las conversaciones con el nuevo gobierno brasileño, el gobierno alemán debería impulsar la rápida ratificación del acuerdo UE-Mercosur, que lleva años con sus negociaciones terminadas», declaró hoy el presidente de la DIHK, Peter Adrian.
«Sería un gran éxito y un rayo de esperanza necesario en un entorno de comercio exterior muy castigado». Adrian afirmó que la guerra de Ucrania demuestra lo importantes que son para la economía alemana las asociaciones estrechas y las relaciones comerciales reforzadas.
El acuerdo de libre comercio entre la UE y el Mercosur -integrado por Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay- está congelado a la espera de su ratificación.
Con la toma de posesión de Luiz Inácio Lula da Silva como nuevo presidente de Brasil a finales de año, hay esperanzas de que se produzcan movimientos en las negociaciones del Mercosur.
«El acuerdo es una buena base para paliar la escasez de materias primas en Europa y diversificar las cadenas de suministro de las empresas alemanas», declaró Adrian.
El presidente de la DIHK mencionó además como significativo para las exportaciones alemanas lograr mediante la puesta en vigencia del acuerdo un mejor acceso a mercados como la ingeniería mecánica, la industria del automóvil y la industria alimentaria.
Especialmente en los países del Mercosur siguen existiendo importantes barreras comerciales, subrayó la DIHK. Alrededor del 85 por ciento de las exportaciones europeas a Mercosur están gravadas con derechos de aduana, según Adrian, lo que supone unos costes de 4.000 millones de euros (4.250 millones de dólares) anuales para las empresas.
