«Durante los últimos doce meses, hemos sido testigos de una tendencia preocupante de aumento del hambre en todo Haití, hecho que se está convirtiendo en un gran desafío para los niños y sus familias, por lo que se necesita más ayuda», dijo Save the Children, en un comunicado.
La entidad señala que al menos 100 mil personas más sufren inseguridad alimentaria, con respecto al periodo previo al sismo, mientras la respuesta humanitaria «sigue estando lamentablemente mal financiada».
«Los primeros meses después del terremoto recibimos ayuda, pero después se olvidaron de nosotros», dijo a la Agencia Sputnik Marie, una de las damnificadas del temblor del 7,2 de magnitud que provocó 2.200 fallecidos, casi 13.000 heridos y más de 130.000 viviendas destruidas en los departamentos Sur, Nippes y Grand Anse.
Las autoridades indicaron que se necesitan unos 1.000 millones de dólares para reconstruir la región, y una cifra similar para echar a andar las actividades económicas y la agricultura devastadas por el movimiento telúrico.
Por su parte, Save the Children señaló que, con una inflación del 26 por ciento, muchas familias tienen difícil acceso a los alimentos básicos y los niños suelen ser el sector más vulnerable, por lo que las ayudas deben enfocarse en este grupo para evitar la desnutrición.
En julio, durante los enfrentamientos entre grupos armados por el control del barrio de Cité Soleil, el Programa Mundial de Alimentos de la ONU advirtió que uno de cada cinco niños en esa localidad sufre desnutrición aguda, una de las tasas más altas de la región.
La violencia, inseguridad, crisis económica y de combustible, además de la inestabilidad política y el conflicto entre Rusia y Ucrania, dispararon los precios de los alimentos, y muchas familias tuvieron que reducir la ingesta por no poder hacer frente a sus altos costos.