Según un comunicado de la agencia estadounidense, dicha medida se basa en las lecciones aprendidas de la pandemia de la COVID-19, así como las interrupciones en la cadena de suministro agravadas por la invasión rusa a Ucrania.
Las iniciativas comenzarán a tener un impacto en la reducción de la inflación de los alimentos a finales de 2022 y principios de 2023, según ha dicho el secretario de Agricultura, Tom Vilsack, tal y como ha recogido la agencia de noticias Bloomberg.
«Deberíamos comenzar a ver cierta moderación en los aumentos de precios de los comestibles», ha resaltado, agregando que este programa tendrá la capacidad de suavizar el impacto sobre la cadena de suministro, según la citada agencia.