«¿Cuánto pesas? Más de siete arrobas, ¿no?», le ha preguntado Bolsonaro a uno de sus simpatizantes negros a las puertas del Palacio de la Alvorada, donde el presidente brasileño suele departir con sus seguidores.
Las arrobas son una unidad de medida utilizada para pesar al ganado que equivale a quince kilos y a la que Bolsonaro ya recurrió en 2017 para asegurar que fue a un quilombo (antiguas comunidades fundadas por esclavos negros en el interior de Brasil) donde «el afrodescendiente más liviano pesaba siete arrobas».
«¡No hacen nada! Creo que ni para procrear sirven ya. Más de 1.000 millones de reales gastados al año en ellos», espetó Bolsonaro, que por entonces era diputado del Partido Social Cristiano (PSC), quien además prometió que en caso de ser elegido presidente acabaría con todas las demarcaciones de tierras para las comunidades de afrodescendientes e indígenas.
«Pueden estar seguros de que en caso de llegar no habrá dinero para las ONG (…). No habrá un solo centímetro demarcado para reservas indígenas o quilombos. Donde hay tierras indígenas hay riqueza», justificó.
Durante este encuentro con sus seguidores, ha sido el propio Bolsonaro quien ha recordado que la Fiscalía ya le denunció en 2018 por utilizar expresiones de este tipo, después de que diputados del Partido de los Trabajadores (PT) y del Partido Comunista de Brasil (PCdoB), así como la Coordinación Nacional de Articulación de las Comunidades Negras Rurales Quilombolas (Conaq) presentarán una protesta.
Las puertas del Palacio de la Alvorada han sido escenario en otras ocasiones de desbarajustes racistas del presidente brasileño, que no deja ocasión libre para expresar antes sus acólitos todo tipo de reflexiones, como cuando por ejemplo soltó que el pelo «black power» es un «criadero de cucarachas».