Bolsonaro ha justificado que el proyecto, aprobado por el Congreso brasileño en septiembre, no establece una fuente de financiación de los productos. Tras su aprobación en el Senado, pasó a manos del mandatario, que sancionó el Programa de Promoción y Protección de la Salud Menstrual, pero ha vetado los artículos que establecían el reparto de estos productos y la lista de beneficiarias.
El presidente también ha vetado otro apartado que preveía la inclusión de estos productos en las canastas básicas que distribuye el Sistema Nacional de Seguridad Alimentaria y Nutricional, ha recogido el portal G1.
El texto aprobado disponía que el dinero para financiar la medida provendría de recursos asignados al Sistema Único de Salud, pero Bolsonaro ha argumentado que estos productos no figuran en la lista de medicamentos considerados esenciales y que, al estipular beneficiarios específicos, el proyecto no cumple con el principio de universalidad del sistema de salud.
Entre los artículos que Bolsonaro sí ha mantenido destaca el que obliga al Gobierno a impulsar una campaña informativa sobre salud menstrual, entre otros. El Congreso brasileño puede decidir mantener o revocar los vetos presidenciales. El plazo para la evaluación es de 30 días después de la publicación del veto en el Boletín Oficial.