El Gobierno brasileño, a través del Ministerio de Agricultura, acusó el miércoles al presidente de Francia, Emmanuel Macron, de «desconocimiento total» sobre el proceso de cultivo de la soja en el país sudamericano, después de que éste la vinculara a la destrucción de la Amazonía.
En un comunicado, el ministerio afirmó que «la declaración del presidente francés, Emmanuel Macron, sobre la soja brasileña muestra un desconocimiento total sobre el proceso de cultivo del producto importado por los franceses y lleva desinformación a sus compatriotas».
El ministerio resaltó que Brasil tiene una de las legislaciones ambientales «más rigurosas del mundo», que toda la producción nacional tiene control de origen y que por lo tanto «la soja brasileña no exporta deforestación».
El gobierno también quiso recordar que Brasil es el mayor productor y exportador de soja del mundo (abastece a más de 50 países) y que tiene dominio tecnológico «para doblar la actual producción con sostenibilidad», ya sea en las actuales zonas de cultivo o recuperando pastos degradados.
A pesar de los argumentos del ministerio, la gran mayoría de especialistas coinciden en afirmar que el cultivo de soja (junto con otros cultivos y la ganadería, principalmente) es uno de los principales factores que contribuyen a la deforestación de la Amazonía brasileña.