El antiguo ministro de Gobierno de Bolivia Carlos Romero (2015-2019) ha asegurado este miércoles que, durante su estancia en prisión, desde el Gobierno interino de Jeanine Áñez se le presionó para que involucrara al expresidente Evo Morales en delitos de narcotráfico «a cambio de recibir ayuda jurídica».
Romero, quien junto a Morales y otros altos cargos del Gobierno del Movimiento al Socialismo (MAS) fueron acusados de sedición y terrorismo tras la llegada de Áñez a Palacio Quemado, permaneció en prisión cinco meses, antes de lograr la detención domiciliaria, acusado de un supuesto delito de corrupción dentro de la oficina estatal encargada de la lucha contra el narcotráfico.
«Me pidieron que involucrase a Evo Morales en casos de narcotráfico a cambio de recibir ayuda jurídica», ha manifestado Romero durante un acto celebrado en Chimoré, una pequeña ciudad de Cochabamba, escenario este miércoles de un multitudinario recibimiento al expresidente boliviano.
«Me resistí tenazmente, se lo comuniqué a él telefónicamente y por eso me siento orgulloso», ha dicho Romero, según ha contado el periódico boliviano ‘La Razón’.
La acusación de haber desviado fondos del mantenimiento de vehículos destinados a la lucha contra el narcotráfico que había sido lanzada sobre Romero durante el Gobierno de Áñez ha sido finalmente desestimada por un tribunal anticorrupción de La Paz.
El expresidente Morales ha sido recibido este miércoles por miles de personas en Chimoré, en un acto en el que también estuvo el que fuera su vicepresidente Álvaro García Linera, tras llegar este lunes a Bolivia después de permanecer cerca de un año en el exilio, después de ser forzado a renunciar a su victoria en las elecciones de 2019.