El Gobierno venezolano y los medios chavistas han difundido en las últimas horas imágenes de encuentros de Maduro con el presidente de Francia, Emmanuel Macron, y el primer ministro de Portugal, Antonio Costa. Charlas aparentemente improvisadas en los márgenes del foro y en la que la conversación estuvo marcada por un tono distendido, con sendas invitaciones de Maduro a Costa y Macron para que viajen a Venezuela.
«Tenemos muy buenos amigos en común», le dice el mandatario venezolano a su homólogo galo, que poco después le traslada su disposición a seguir hablando en el futuro. Francia acogerá el jueves y el viernes el Foro de la Paz de París, que dedicará precisamente parte de su contenido a la situación en Venezuela.
Maduro confirma que el presidente de la Asamblea Nacional elegida a finales de 2020, Jorge Rodríguez, acudirá a París y le insta a Macron a trasladarle cualquier mensaje, en la medida en que tiene «confianza absoluta» en sus gestiones. Rodríguez ya ha encabezado los últimos y fallidos intentos de negociación con la oposición.
La cita francesa recoge en su agenda oficial una «reunión entre los negociadores venezolanos», a puerta cerrada, y entre los asistentes habrá líderes de América Latina, entre ellos el presidente de Colombia, Gustavo Petro, que precisamente ha relanzado las relaciones diplomáticas con Venezuela tras años de pulsos políticos.
La parte latinoamericana estará representada además por el presidente de Argentina, Alberto Fernández, aunque fuentes del Gobierno chileno consultadas por Europa Press han aclarado que no estará Gabriel Boric, después de que se hubiese especulado con una amplia cita de líderes centrada precisamente en la situación de Venezuela.
RECONOCIMIENTO «TÁCITO» A MADURO
El número dos del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), Diosdado Cabello, ha destacado que la participación de Maduro en la COP27 representa «un reconocimiento tácito» de que él es el único presidente del país sudamericano, según el diario ‘El Nacional’.
La reintegración ‘de facto’ de Maduro implicaría degradar a la oposición venezolana y, en particular, a Guaidó, que en enero de 2019 se autoproclamó ‘presidente encargado’ alegando que, como jefe de la Asamblea Nacional elegida en 2015, encabezaba la única institución de Venezuela elegida en unos comicios democráticos.
Guaidó, de hecho, ha lamentado que Maduro participe en este tipo de foros, «como ya lo hizo ocupando una silla en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU» y ha instado a revisar «los mecanismos de los organismos multilaterales que permiten mantener la presencia de dictadores y terroristas en estos espacios».
Guaidó, que ha exhortado a Maduro a poner cuanto antes fecha para las elecciones presidenciales y ha promovido un proceso de primarias para elegir un candidato único en el seno de la oposición, se ha esforzado en estas últimas semanas por defender que su posición sigue siendo la misma a la de hace ya tres años.