«Estos son dos de los casi 3.000 venezolanos asesinados a partir del año 2015 en Colombia, una política de exterminio es lo que yo denuncio, una política de Estado de exterminar un grupo humano que en este caso los migrantes venezolanos», ha manifestado Saab durante un diálogo para la emisora Caracol Radio.
Saab ha responsabilizado del crimen a los «grupos criminales» que a través de la «tercerización del Estado colombiano» dominan el municipio de Tibú, en Norte de Santander, donde un niño de 12 años y otro joven de 18 fueron retenidos por hombres armados tras ser acusados de robar en una tienda de comestibles antes de que sus cuerpos sin vida fueran hallados en una vereda bajo un cártel que ponía ‘ladrón’.
A su vez, Saab ha pedido a las autoridades y al conjunto de la sociedad colombiana que evite realizar declaraciones xenófobas contra aquellos venezolanos que se encuentran en Colombia, pues él tampoco acusa a los «seis millones» de colombianos en Venezuela de «delincuentes» a pesar de que «muchos» han traído prácticas criminales que no existían antes.
«Muchos de los colombianos en Venezuela trajeron prácticas como la de picar, las ‘casas de pique’, eso no existía en Venezuela», ha dicho Saab, en referencia a los lugares que en especial los escuadrones paramilitares utilizan para torturar y descuartizar a sus víctimas desde 2014.
Por otro lado, el fiscal general de Venezuela ha acusado al Gobierno del presidente, Iván Duque, de beneficiarse de los «millones de dólares» y de la ayuda internacional que se ha enviado al país para intentar solventar la crisis humanitaria de los migrantes colombianos.
«¿Dónde están esos millones de dólares?, ¿quién los maneja? Porque yo veo que esos millones de dólares han servido para matar a 3.000 venezolanos», ha dicho Saab, quien ha pedido a Colombia, un «narcoestado», que cese en su «política de agresión» y «amenazas militares».
Colombia es «un estado fallido donde no hay control de la economía, del territorio, donde son los narcotraficantes los que financian las campañas electorales», ha señalado el fiscal general.
Con vistas a las próximas elecciones presidenciales en Colombia, Saab confía en que un cambio de inquilino en Casa Nariño pueda servir para restablecer «las relaciones bilaterales de carácter diplomático a todo nivel» y Venezuela «vuelva a ser para Colombia (…) un país amigo, un país hermano».