El Ministerio de Ambiente de Uruguay quebró el silencio y oficializó su decisión de conceder a cuatro empresas extranjeras los permisos para explorar un área total de 44.182 km2 de su lecho marino en búsqueda de hidrocarburos. La noticia generó el rechazo de diversas organizaciones civiles, algunas de las cuáles ya convocaron a una protesta en contra de la medida; la primera a nueve meses de asumido el Gobierno del presidente Yamandú Orsi.
«Concédese Autorización Ambiental Previa a APA Exploration LDC-Sucursal Uruguay para su proyecto de prospección sísmica offshore tridimensional, ubicado en los bloques OFF-1 y OFF-4, en la Zona Económica Exclusiva de la República», confirma la resolución de la cartera ambiental a la que tuvo acceso la Agencia Sputnik.
El permiso también le fue otorgado a las firmas CGG, Searcher Geo Data y PGS. Estas empresas se repartirán una buena porción del mar territorial uruguayo, que en su totalidad abarca una superficie aproximada a los 142.000 km2.
«El problema, como con cualquier extractivismo, es siempre el mismo: nos quieren hacer pensar en lo parcial, en que miremos el pedacito donde van a ser las (prospecciones) sísmicas, pero los proyectos petroleros tienen una magnitud muy grande, con una territorialidad muy grande, y los contratos petroleros son a 30 años», planteó a esta agencia Cristina Álvarez, integrante de la Asamblea por un Mar libre de petroleras Uruguay.
El país ya tenía a sus comunidades costeras movilizadas en oposición al proyecto, pero la difusión también generó resistencia en otros departamentos del interior como Artigas, Salto (norte), Paysandú (oeste), Flores, Florida y Treinta y Tres (centro).
El anuncio de la concesión de los permisos ambientales generó tal rechazo que el 15 de diciembre se realizará una marcha hasta la sede del Ministerio de Ambiente en Montevideo (sur), donde se entregarán firmas de ciudadanos que se oponen a las prospecciones: será la primera movilización en protesta derivada de una medida directa del nuevo Gobierno que asumió en marzo.
La idea de encontrar petróleo en Uruguay data de hace varias décadas, recordó recientemente el actual ministro de Ambiente, Edgardo Ortuño, al periódico local La Diaria.
Para Ortuño, aunque la búsqueda tiene que ver con un compromiso contraído desde hace muchos años, «lo nuevo es que se hará con las máximas garantías ambientales en esta nueva etapa».
La ley de hidrocarburos de Uruguay, sancionada en abril de 1974, declara «de interés nacional» todas las actividades comprendidas en la industria, «incluyendo las fases de exploración».
Y si bien se aduce allí que la explotación solo puede hacerla el Estado, la norma también habilita a ejecutar «una, varias o todas las fases de operación petrolera por medio de terceros».
Searcher es una empresa británica que realiza prospecciones geofísicas offshore (marítimas) para mejorar el conocimiento del subsuelo. Los datos adquiridos se utilizan para investigaciones geológicas y pueden ser licenciados luego a compañías de petróleo y gas con fines de exploración.
APA Corporation es una compañía fundada en 1954, con sede en Houston (Texas, sur de EEUU), que se dedica a la exploración y producción de petróleo y gas. Actualmente desarrolla operaciones en EEUU, Egipto, el Mar del Norte y Surinam.
Petroleum Geo-Services (PGS) es una firma noruega, líder global en la prestación de servicios geofísicos marinos. A través de una reciente fusión con TGS -también noruega- ha ampliado su alcance al procesamiento de datos y a los servicios de energía.
CGG, por su parte, antes conocida como Compagnie Générale de Géophysique, es de origen francés y recientemente cambió su nombre corporativo a Viridien.
No obstante, detrás de estas empresas hay otras, más conocidas por el público en general, que esperan el hallazgo de petróleo para iniciar la explotación. Se trata de Shell, Chevron, Eni y la argentina Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF).
En noviembre pasado, YPF y Eni firmaron un acuerdo para explorar de manera conjunta en el denominado bloque OFF-5, a la altura de las playas de Punta del Este.
Las firmas afirman que estas áreas podrían albergar recursos hidrocarburíferos por ser espejo de la cuenca Orange, que se halla en el margen africano, en Namibia, donde ya se ha descubierto petróleo y gas.
La cartera ambiental del Gobierno uruguayo asegura que no existen riesgos ambientales significativos en las operaciones de exploración.
«Los impactos acumulativos que podrían resultar de dos o más actividades de prospección, han sido precautoriamente contemplados, así como la protección de los sitios prioritarios para la conservación en el área, ya sea porque el proyecto no tendrá interacción con sus componentes o porque se realizará durante un período del año en el que no es de esperar impactos ambientales negativos inadmisibles», afirmó Ambiente en la resolución de aprobación.
Asimismo, impuso algunas condiciones a las empresas, derivadas de las consultas públicas sobre el proyecto que tuvieron lugar en agosto pasado.
En consecuencia, la prospección sísmica podrá realizarse únicamente en el período comprendido entre noviembre y abril; los buques sísmicos deberán mantener una distancia mínima de 100 km entre sí; no se podrán activar las fuentes de sonido ante la presencia de cetáceos, tortugas y pinnípedos (focas, lobos, leones y elefantes marinos) en un radio de 1.000 metros desde la fuente de sonido, y deberán apagarse inmediatamente ante la presencia de cetáceos en el radio de mitigación de 1.000 metros y de 600 metros para tortugas y pinnípedos.
Además, las firmas deberán compensar económicamente a las empresas con permisos de pesca que hagan uso frecuente del área de influencia del proyecto y que efectivamente demuestren una afectación a su actividad por pérdida de captura, por desplazamiento de buque o por desplazamiento o daño de arte de pesca.
La merluza común (Merluccius hubbsi), la anchoíta (Engraulis anchoita) y el calamar son las especies comerciales que corren mayor riesgo, sin contar a cetáceos y pinnípedos, cuya compra-venta está prohibida pero que usan los mares uruguayos para alimentarse y reproducirse, aunque quedarían fuera de peligro gracias a la ventana escogida en el calendario.
«Entendemos que en este momento hay una presión internacional a la cual Uruguay accede, y accede porque le sirve estar posicionado como país verde. Verde entre comillas porque sabemos bien, como uruguayos, dónde estamos parados. Se nos ha pasado por arriba como ciudadanía en lo que refiere a este tema, en lo que refiere a las papeleras (plantas de celulosa) y en los temas de extractivismo en general», expresó a Sputnik Cristina Angeloff, también integrante del movimiento anti prospección sísmica.
De acuerdo con la activista, «hay que ser claros en qué es lo que queremos: seguir vendiendonos al exterior con el logo de «Uruguay natural», sin raíces reales, o apuntar a lo que sí tenemos, aunque sea de menor escala».
Los resultados corresponden al 100% del escrutinio oficial publicado por el Servicio Electoral de Chile…
La movilización, denominada ‘Marcha del Silencio por la Paz’, fue la tercera convocada en el…
La falta de datos oficiales se debe, según distintos analistas y actores políticos, a la…
La medida se enmarca en un conflicto abierto con la Empresa Argentina de Navegación Aérea…
El primer ministro francés, Sébastien Lecornu, sostuvo que París solo puede pronunciarse de forma definitiva…
En una entrevista concedida a la cadena estadounidense CBS, ha reclamado a la comunidad internacional…