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Brasil da la bienvenida a Huawei en el desarrollo del 5G pese a las presiones de Washington

“Nuestra legislación sobre la participación en una licitaciones clara: nadie puede ser prohibido”, señala el vicepresidente Hamilton Mourao.

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El Gobierno brasileño no solo no impedirá que Huawei compita para desarrollar la red 5G del país a pesar de las presiones de Washington, sino que ha asegurado que la empresa china se encuentra actualmente bien posicionada para ser la encargada de la tarea.

“Nuestra legislación sobre la participación en una licitaciones clara: nadie puede ser prohibido”, ha señalado el vicepresidente de Brasil, Hamilton Mourao, que ha añadido que lo único que debe hacer la compañía es “demostrar su transparencia (de acuerdo) con las reglas que se establecerán” para el proceso. Huawei, ha recordado, ya tiene presencia en Brasil como proveedor de “más de un tercio de la red 4G de Brasil utilizada por operadores, que usan equipos Huawei”.

“Huawei tiene una capacidad superior a sus competidores y todavía no vemos compañías estadounidenses capaces de derrotar a la competencia internacional”, ha añadido Mourao durante una videoconferencia con corresponsales extranjeros en Sao Paulo.

Las palabras del número dos de Bolsonaro se producen después de que el embajador de EEUU en Brasil, Todd Chapman, advirtiese recientemente de que el país podría enfrentarse a “consecuencias” si permite que Huawei participe en su red 5G. “Cada país es responsable de sus decisiones”, dijo Chapman, pero “las consecuencias que estamos viendo en el mundo son que las empresas involucradas en propiedad intelectual tienen miedo de realizar inversiones en países donde esa propiedad intelectual no está protegida”.

El embajador recordó que la U.S. International Development Finance Corp, una agencia creada por el presidente Trump para impulsar esfuerzos de financiación al desarrollo en el extranjero y contrarrestar la influencia de China, cuenta con 60.000 millones de dólares estadounidenses en sus arcas. Parte de ese dinero ayudará a los aliados que elijan comprar su infraestructura de telecomunicaciones a “proveedores confiables”.

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