Una iglesia de la ciudad argentina de San Lorenzo ha abierto como bar, con mesas y religiosos ataviados como camareros, en protesta por lo que consideran un agravio para los cultos, ya que la normativa del gobierno provincial solo permite ceremonias religiosas con hasta diez asistentes mientras que los bares tienen menos restricciones.
«Estamos vestidos de esta manera, con una bandeja, porque parece que es la única manera en que podemos estar reuniéndonos para servir la palabra de Dios. Aparte de la milanga que va para la mesa 4, sale palabra de Dios desde la casa del Señor hacia todas las naciones», ha explicado el pastor de la Iglesia Comunidad Redentor de San Lorenzo, Daniel Cattaneo, en declaraciones recogidas por el diario argentino ‘Clarín’.
Decenas de fieles reconvertidos en clientes han acudido al templo, la mayoría con mascarilla, para participar en esta protesta contra el gobernador de la provincia de Santa Fe, Omar Perotti. Reivindican con ello su derecho constitucional a la libertad de culto.
«Queremos ejercer nuestro derecho constitucional de practicar nuestra fe. Nos preocupa que cercenen nuestros derechos. Los bares y negocios pueden abrir, pero nosotros no. ¿Por qué nos discriminan?», ha argumentado el pastor.