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Los presidentes se reúnen, pero no abordan el principal conflicto entre Bolivia y Chile

Evo Morales y Sebastián Piñera, otra vez amigos

Sebastián Piñera, presidente chileno, se ha reunido en Lima con su homólogo boliviano, Evo Morales, para tratar de acercar posiciones después de la escalada de tensión entre sus países, por la histórica reclamación de Bolivia de una salida al mar que considera le fue arrebatada injustamente en el siglo XIX. Sin embargo, el encuentro ha tenido un resultado decepcionante ya que ambos mandatarios, pese a la aparente cordialidad de que han hecho gala, apenas han puesto sobre la mesa el conflicto marítimo y no han aprovechado la ocasión para ahondar en una posible solución. ¿Victoria moral de Piñera o prudencia táctica por parte de Morales? Sebastián Piñera, presidente chileno, se ha reunido en Lima con su homólogo boliviano, Evo Morales, para tratar de acercar posiciones después de la escalada de tensión entre sus países, por la histórica reclamación de Bolivia de una salida al mar que considera le fue arrebatada injustamente en el siglo XIX. Sin embargo, el encuentro ha tenido un resultado decepcionante ya que ambos mandatarios, pese a la aparente cordialidad de que han hecho gala, apenas han puesto sobre la mesa el conflicto marítimo y no han aprovechado la ocasión para ahondar en una posible solución. ¿Victoria moral de Piñera o prudencia táctica por parte de Morales?

El contencioso entre ambas naciones viene de lejos, pero en los últimos meses ha cobrado tintes de tensión muy acusada. El anuncio de Evo Morales de que demandará a Chile en tribunales internacionales para recuperar una salida al mar que le fue arrebatada a Bolivia, que no posee frontera marítima, tras la guerra de 1879, caldeó el ambiente entre los dos Estados y, sin visos de que se pueda llegar a un acuerdo, parece el cruce periódico de acusaciones irá para largo.

Por ello, extraña que Piñera y Morales, presentes en Lima para la toma de posesión del nuevo presidente peruano, Ollanta Humala, no hayan aprovechado la ocasión para intentar, al menos, encauzar el debate. El caso de Morales es especialmente sorprendente, ya que el líder boliviano, en un contexto en el que otros Jefes de Estado de la región se encontraban presentes, ha perdido una ocasión de oro de lanzar sus reivindicaciones y exigir a Piñera un compromiso negociador mayor.

El presidente chileno, por su parte y como es habitual, se mantiene firme en la defensa del tratado de 1904 que marca las actuales fronteras entre ambos Estados, que no mantienen relaciones diplomáticas desde 1962, aunque ha afirmado a medios chilenos que durante su encuentro con Morales el tema marítimo no apareció. Toda una victoria personal para el conservador.

“Hoy día no conversamos de ninguna demanda; conversamos de enfrentar juntos problemas como el narcotráfico y el contrabando”, ha señalado el chileno en rueda de prensa tras el encuentro con Morales, para después reafirmarse una vez más en su posición. “Le planteamos con mucha claridad al presidente Evo Morales que Chile siempre está abierto al diálogo y a buscar mejores caminos para que Bolivia pueda, a través de los puertos chilenos, tener comercio e integración con el mundo (…), pero dentro del respeto a los tratados vigentes, y muy especialmente al tratado de 1904”, declaró Piñera.

Desde el pasado 23 de marzo, cuando Morales anunció sus intenciones de denunciar a Chile ante organismos internacionales para conseguir una salida al mar, las relaciones entre ambos mandatarios estaban completamente en punto muerto. En ese sentido, el encuentro puede leerse como un paso adelante hacia una cierta normalización de las relaciones bilaterales y, al mismo tiempo, como dos pasos atrás, ya que no ha habido diálogo real que conduzca el contencioso hacia, al menos, unas ciertas bases en las que basar la negociación.

Morales, por su parte, no querido valorar el contenido de la reunión y se ha limitado a agradecer a Piñera el que haya aceptado encontrarse con él cara a cara.

“Yo creo que ambos presidentes han ido con gran disposición. La respuesta del presidente Piñera ha sido inmediata, se han comunicado con la Cancillería de manera inmediata y han respondido positivamente a la reunión con mucho interés. Creo que hubo una gran voluntad política para avanzar en este tema”, ha señalado el vicecanciller de Morales, Juan Carlos Alurralde, en La Paz.

En las últimas semanas, el presidente boliviano ha rebajado mucho el tono de sus declaraciones sobre el conflicto, después de que la tensión ascendiera a cotas excesivas entre ministros de los dos países. La prudencia de Morales en el encuentro con Piñera puede leerse como una toma de posiciones antes de volver a la carga, o bien como una forma de tantear el terreno e intentar obtener una respuesta positiva por parte de Chile. Como trasfondo, un contencioso que, pese a la aparente tranquilidad, sigue y seguirá presente en la región mientras ambos mandatarios no inician un auténtico diálogo.

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