El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, ha criticado este martes a los medios de comunicación del país, a los que ha acusado de «expandir la sensación de miedo» al informar sobre los numerosos casos y muertes provocados por el coronavirus, al que se ha referido como una «gripecita».
Bolsonaro se ha dirigido al país a través de la red pública de televisión y radio con un discurso en el que ha remarcado la necesidad de «contener el pánico y la histeria» que se ha producido en el país a causa del coronavirus y que la prensa, ha dicho, se encargó de «expandir».
«Gran parte de los medios de comunicación fueron a contrapié. Expandieron la sensación de pavor, teniendo como referente al gran número de víctimas en Italia. El escenario perfecto, potenciado por la prensa para que la histeria se extendiera en el país», ha apuntado.
«Parece que, de ayer para hoy, parte de la prensa ha cambiado su editorial, piden calma y tranquilidad. Eso está muy bien. Felicidades, prensa brasileña. Es esencial que el buen juicio prevalezca entre nosotros», ha ironizado.
«Nuestra vida tiene que continuar. El sustento de las familias tiene que ser asegurado. Debemos volver a la normalidad», ha defendido el presidente brasileño, quien ha vuelto a ser blanco de las ‘caceroladas’ en los balcones del país mientras ha dado su discurso.
Aunque ha dado negativo por coronavirus en la última prueba a la que se sometió, Bolsonaro ha abordado la posibilidad de contagiarse en un futuro, una situación, ha explicado, que no le preocupa, debido a su «historial de deportista».
«En mi caso particular, por mi historial de deportista, en caso de que fuera contagiado, no necesitaría preocuparme. Nada sentiría, como mucho, una gripecita o un resfriadito», ha continuado.
La prensa y los medios no han sido los únicos objetivos del dirigente de extrema derecha, ya que también ha puesto en duda las medidas que algunos gobernadores han realizado para intentar contener el coronavirus en sus estados, algunos, como el de Sao Paulo, especialmente azotados por la pandemia.
Así, de acuerdo con el presidente brasileño, algunos «deben abandonar el concepto de tierra arrasada, la prohibición del transporte o el cierre de comercios y confinamientos en masa».
Bolsonaro ha insistido en que no existe necesidad de cerrar los colegios y las escuelas, tal y como han hecho en algunos estados, ya que «son raros los casos fatales de personas sanas con menos de 40 años».
Brasil ha registrado hasta el momento 2.247 casos de coronavirus y 46 muertes, la gran mayoría de ellas en el estado de Sao Paulo, en el sur del país, donde se han cifrado en 40 el número de víctimas mortales y en 810 los contagios.