El Ministerio de Salud de Brasil ha confirmado este miércoles 138.977 fallecidos a causa del coronavirus, así como 4.624.885 de casos acumulados.
Las autoridades sanitarias han registrado en el último día 869 muertes y 33.281 nuevos contagios. La cifra de recuperados ronda los cuatro millones, con 3.992.886 altas médicas, aunque hay otras 493.022 personas que siguen bajo tratamiento.
Por otro lado, el gobernador de Sao Paulo, Joao Doria, espera poder lanzar una campaña de vacunación contra la COVID-19 para mediados de diciembre, después de que las pruebas de la vacuna que las autoridades paulistas y la empresa Sinovac está desarrollando conjuntamente hayan dejado efectos secundarios leves en el 5,3 por ciento de los 50.000 voluntarios que se sometieron a ella en China.
Esta vacuna ha sido desarrollada por la farmacéutica china Sinovac junto con el Instituto Butantan, un centro de investigación de la capital paulista. En Brasil, 5.600 de las 9.000 personas que se han presentado voluntarias para las pruebas han recibido esta vacuna.
«La seguridad y la eficacia son dos de los principales factores para probar si una vacuna está lista. Somos muy optimistas con estos resultados», ha dicho el director del Instituto Butantan, Dimas Covas, según ha publicado el diario ‘Folha de Sao Paulo’.
Según este estudio, del 5,36 por ciento de los pacientes que mostraron efectos secundarios leves, un 3,08 por ciento corresponde a dolor en la zona en la que se aplicó la vacuna, el 1,53 por ciento mostró fatiga y menos del 0,20 por ciento registraron síntomas que van desde la pérdida del apetito, dolor de cabeza o fiebre leve.
Sao Paulo es la región más afectada por la pandemia en Brasil, con 951.973 casos acumulados y 34.492 fallecidos hasta el momento.