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El sector universitario se siente insatisfecho y los economistas hablan de inflación disparada

Todos contra el alza de salarios de Chávez

El presidente venezolano no acierta con sus políticas económicas. Eso al menos parecen creer todos los que, después de que Chávez anunciara un alza de los sueldos de los funcionarios de entre un 40% y un 66%, han querido mostrar su discrepancia con el modo de hacer del mandatario. Los trabajadores del sector universitario piden un alza mayor, los economistas recuerdan el riego que suponen este tipo de subidas para la inflación y la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV) vaticina que no ayudará a mejorar la situación económica. El presidente venezolano no acierta con sus políticas económicas. Eso al menos parecen creer todos los que, después de que Chávez anunciara un alza de los sueldos de los funcionarios de entre un 40% y un 66%, han querido mostrar su discrepancia con el modo de hacer del mandatario. Los trabajadores del sector universitario piden un alza mayor, los economistas recuerdan el riego que suponen este tipo de subidas para la inflación y la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV) vaticina que no ayudará a mejorar la situación económica.

La cadencia con la que el mandatario venezolano se hace presente en la red social de microblogging Twitter, es cada vez más reducida. Mientras que en sus inicios escribía casi a diario, en el mes de abril que ahora finaliza, apenas lo ha hecho ocho veces. De ahí que sus palaras hayan adquirido aun más valor. En este sentido, parece que el alza de salarios que acaba de promulgar, es uno de sus principales caballos de batalla de cara a las elecciones presidenciales que deben celebrarse en 2012.

No en vano, su último tweet (Sólo en incremento de salarios y pensiones he aprobado en los últimos días un monto aproximado a 3.000 millones de dólares) viene coronado con un “!#Venceremos2012!!”. La campaña electoral se inició nada más terminar las elecciones a la Asamblea Nacional celebradas en septiembre de 2010. Sin embargo, parece que su última propuesta de debate tampoco ha satisfecho a aquellos sobre quienes ha recaído ni, esto hasta podría considerarse natural, a la oposición y los observadores.

Tal y como anuncia en su tweet, el aumento de los salarios del sector público, de entre un 40 y un 66%, van a costar al Estado, según sus propios datos, unos 3.000 millones de dólares (2.023 millones de euros). De ese dinero, 632 millones de euros (4.000 millones de bolívares fuertes), irán a parar al personal universitario, formado por 164.286 empleados que verán incrementarse su salario un 40%.

Esta, que podría parecer una buena noticia, ha hecho aflorar el malestar del sector con el Gobierno chavista. Profesores, empleados y obreros universitarios, opositores y chavistas, se mostraron insatisfechos por el aumento salarial y recordaron que se hizo a espaldas de los gremios, que trabajaron en las mesas de negociación con funcionarios del Ministerio de Educación Universitaria.

Según publica el diario El Universal, Fabiola Castro, presidenta del Sindicato de Empleados de la Universidad de Carabobo, ha asegurado que el alza «es un engaño y una falta de respeto» tras recordar que llevan casi un año trabajando para lograr un incremento, y que ninguna de las propuestas planteadas por la mayoría de los sindicatos y federaciones fueron tomadas en cuenta. Al enfado se suma la incertidumbre sobre el alcance del alza, esto porque se desconoce si tendrá incidencia en las primas y bonos y cómo se aplicará en al tabulador salarial.

Pero este sector no es el único en sentirse defraudado. El secretario general de la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV), Manuel Cova, pidió que el tema de salarios y la política económica, debe devenir en una discusión nacional. En una entrevista para Actualidad de Unión Radio recordó que el aparato productivo está en “franca destrucción” por las políticas que hace que dependamos de la importación de bienes y servicios, “que no genera puestos de trabajos aquí en el país”.

Cova resaltó que el incremento salarial es “insuficiente”, debido a que no logra resolver el fondo del problema que es recuperar la capacidad de compra y el “salario real” de los trabajadores. “Cuando hay una situación como la que vive el país, hay que mejorar la capacidad de compra de los habitantes para que demanden más bienes y servicios y las empresas producirán más y se generará mayor cantidad los empleos” aseguró.

Pero esta no parece ser la preocupación del gobierno chavista. La economía, que en los últimos años ha sido una de las que menos ha crecido en América Latina (apenas un 1,7% en 2010), sufre además una de las mayores tasas de inflación del continente junto con Argentina (cerca de un 27% el pasado año). Y es aquí, en la inflación, donde los economistas ven un mayor problema en relación a una subida de salarios como la actual.

El director de la firma local Econalítica, Asdrúbal Oliveros dijo que los esfuerzos del gobierno para frenar la inflación debe incluir un enérgico impulso para aumentar la producción nacional, en especial de los alimentos, reducir los controles de precios sobre productos básicos y los controles de cambio de divisas que hacen que sea difícil para las empresas importar materias primas.

A partir del primero de mayo empezará a regir un incremento de 15% del salario mínimo y otro de 10% en septiembre para recuperar el poder de compra de los venezolanos. El incremento anunciado el martes beneficiará a más de 6 millones de personas y elevará el salario mínimo a unos 360 dólares para septiembre. El sueldo mínimo actual es de unos 284 dólares. Los economistas creen que el aumento salarial obstaculizará los esfuerzos para frenar la inflación de dos dígitos.

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