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El euro se deprecia sin nuevas noticias sobre su incierto futuro

Silencio, se especula

El euro va a terminar el año por debajo de los 1,30 dólares estadounidenses. Hace seis meses cotizaba a 1,45 dólares. La depreciación continúa y los especuladores financieros advierten de que el 2012 traerá «problemas de los que preocuparse». Pero Bruselas parece ajena a todo. El euro va a terminar el año por debajo de los 1,30 dólares estadounidenses. Hace seis meses cotizaba a 1,45 dólares. La depreciación continúa y los especuladores financieros advierten de que el 2012 traerá «problemas de los que preocuparse». Bruselas, sin embargo, parece ajena a todo. Lleva dos semanas sin decir nada de nada. Un panorama calcado al que despidió el 2010.

El último gesto tuvo lugar hace diez días. Y ni siquiera fue Bruselas, sino el Banco Central Europeo (BCE) el que hizo algo al respecto: inyectar cerca de medio billón de euros (489.000 millones de euros, en concreto) a la banca del Viejo Continente. Un dinero que, además, parece destinado a hacer negocio con la deuda antes que a reabrir líneas de crédito o liquidar activos tóxicos, según deducen los expertos de las últimas subastas celebradas por Roma.

El año ha sido nefasto. En general. Los inversores más veteranos de la Bolsa de Madrid consultados esta semana por Americaeconómica.com han señalado que, del último medio siglo, éste ha sido el peor ejercicio que recuerdan. Tampoco el gestor de un hedge fund afincado en Suiza requerido por este medio ha sido mucho más optimista: «Tendremos mucho de lo que hablar durante los próximos meses». Demasiados son los que hablan de coger los bártulos y las carteras para depositarlas en Latinoamérica o, preferiblemente, Asia. Los mercados emergentes que, parece, conseguirán acaparar todavía un mayor protagonismo el año que viene.

Las últimas decisiones tomadas en Bruselas siguieron la línea alemana: más medidas de austeridad en los países periféricos (Italia ha aprobado recientemente un paquete de ahorro valorado en 30.000 millones de euros y los ciudadanos del país se enfrentan, según las asociaciones de consumidores, a las Navidades más grises de la última década) y una oposición frontal a herramientas como la de los eurobonos.

El 2011 cierra sus puertas con una zona del euro que aún mantiene a Grecia entre sus filas. Ofreciendo un interés por sus bonos a diez años superior al 35%, eso sí. Alemania, por ejemplo, ofrece por estos mismos papeles un 1,85% y España un 5,2%. Sin embargo, ¿se quedará Atenas dentro de la divisa comunitaria? Y en caso afirmativo, ¿de qué modo y cómo? De momento, la tensión social no ha escatimado y algunos funcionarios públicos helenos llevan casi un año sin percibir la totalidad de su sueldo, según ha podido saber este periódico.

Dentro de esta incertidumbre España aparece, no obstante, bastante bien posicionada. Entre los inversores internacionales el nuevo Gobierno que lidera Mariano Rajoy despierta simpatías. Y entre los analistas políticos, también. Rajoy, a diferencia de Mario Monti en Italia o de Lucas Papademos en Grecia, ha sido elegido por el pueblo y no por los mercados. Y cuenta con mayoría absoluta y el beneplácito de la canciller germana, Angela Merkel.

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