El próximo domingo tendrá lugar la segunda vuelta electoral de las elecciones argentinas en las que saldrá elegido el sustituto de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner. Las encuestas dan por favorito a Mauricio Macri, lo que rompería con 12 años de kirchnerismo. El próximo domingo tendrá lugar la segunda vuelta electoral de las elecciones argentinas en las que saldrá elegido el sustituto de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner. Las encuestas dan por favorito a Mauricio Macri, lo que rompería con 12 años de kirchnerismo.
En la primera vuelta electoral, el candidato del Frente para la Victoria (FPV) y delfín de Cristina Fernández, Daniel Scioli se hizo con el 37,08% de los sufragios, lo que según la ley argentina no le daba la victoria porque ni alcanzaba el 40% necesario para gobernar ni la diferencia del 10% con su rival más próximo.
Por su parte, el líder de la coalición Cambiemos se hizo con un 34,15% de los votos, lo que supuso todo un revulsivo tanto para la Bolsa argentina como para sus compatriotas que según las encuestas, hasta las más cercanas a los Kirchner, se convertirá en el nuevo presidente argentino.
En cualquier caso, ambos han aprovechado nueva campaña electoral, que finalizó el jueves 19, para ganarse el voto de los indecisos. Mientras Macri apostaba por un discurso basado en el consenso y que huía del enfrentamiento, Scioli decidió atacar a su adversario y acusarlo de querer volver al liberalismo de los años 90 que llevó al país al ‘corralito’.
Precisamente, también ha sido la economía uno de los temas que ha marcado estos últimos tiempos en las últimas en el país latinoamericano. El candidato oficialista ha insistido en que mantendrá las políticas intervencionistas del anterior Ejecutivo y ha anunciado que no levantará el veto a las exportaciones agrícolas ni bajará los impuestos.
Macri, en contraposición, se ha comprometido a liberalizar la economía, levantar el ‘cepo antidólares’ de los Kirchner y eliminar los aranceles. El también alcalde de Buenos Aires ha asegurado que desde su formación están analizando un instrumento financiero para cumplir con la deuda de Argentina con los importadores.
El líder de Cambiemos ha señalado, a tenor de esto, que lo que empieza a “funcionar es un país con flujo porque por suerte Argentina genera dólares, lo que pasa es que no están en el Banco Central y los argentinos se fueron a refugiar a otros lados ante un gobierno que le miente con la inflación”, recoge Capital Radio.
Dos formas de ver tanto la política como la vida en general han supuesto que el país quede claramente polarizado, aunque los argentinos esperan con calma el desenlace de las elecciones argentinas que, pase lo que pase, marcarán un antes y un después.
