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Raúl Castro endurece las leyes de tráfico, mientras prepara el congreso del Partido

Reformas sí, pero sin alcohol

A falta de menos de un mes para que se celebre el congreso del Partido Comunista de Cuba (PCC) que definirá el futuro económico del país, el presidente Raúl Castro aún no ha definido por completo las estrategias que defenderá en el cónclave, pero lo que sí que tiene claro el mandatario es que a partir de ahora ningún cubano podrá conducir bajo los efectos del alcohol. Y para lograrlo ha endurecido sustancialmente la Ley de Tráfico. Lo que si que tienen claro las autoridades cubanas es que los accidentes en las carreteras de la mayor de las Antillas (41 muertos y 200 heridos fue el balance de 2010) son un problema que hay que abordar, y por eso se ha aprobado una Ley mediante la cual se prohíbe conducir bajo la influencia del alcohol o sustancias estupefacientes. A falta de menos de un mes para que se celebre el congreso del Partido Comunista de Cuba (PCC) que definirá el futuro económico del país, el presidente Raúl Castro aún no ha definido por completo las estrategias que defenderá en el cónclave, pero lo que sí que tiene claro el mandatario es que a partir de ahora ningún cubano podrá conducir bajo los efectos del alcohol. Y para lograrlo ha endurecido sustancialmente la Ley de Tráfico. Lo que si que tienen claro las autoridades cubanas es que los accidentes en las carreteras de la mayor de las Antillas (41 muertos y 200 heridos fue el balance de 2010) son un problema que hay que abordar, y por eso se ha aprobado una Ley mediante la cual se prohíbe conducir bajo la influencia del alcohol o sustancias estupefacientes.

Además, también se penalizará a los pasajeros de un vehículo que presenten estado de embriaguez. Aunque los castigos anunciados sean la retirada del vehículo o la cancelación del carnet de conducir, muchos ciudadanos cubanos dan por hecho que esta medida tiene como objetivo arañar un poco más de sus bolsillos, ya que asumen que el coche o la licencia para conducir se podrán recuperar previo pago de una sanción económica. La duda está, según ha informado una fuente de Américaeconomica.com conocedora del tema, como van a hacer los controles ya que no disponen de alcoholímetros.

El futuro económico del país y los accidentes de tráfico no es lo único que preocupa al Gobierno de cara al congreso del Partido Comunista. A tenor de algunos rumores que circulan por la Isla, los funcionarios de la organización política andan inquietos en estos días.

Y mientras consigue que los cubanos se mantengas sobrios al volante, el presidente de la Isla no pierde de vista el trascendental congreso del PCC del que hablábamos al principio de este artículo. De momento, Raúl Castro ha pedido ayuda a algunos países hermanos con experiencia en la transición desde una economía dirigida a un planteamiento de mercado.

La República Socialista de Vietnam, por ejemplo, ha respondido a la llamada y el Partido Comunista de este país asiático, que conserva el poder político, a pesar de la apertura económica ha decidido enviar una delegación a La Habana en la que se incluyen varios técnicos que explicarán a las autoridades económicas las resoluciones aprobadas en el undécimo congreso de esta formación política, para que puedan ser utilizadas como base estratégica en la reforma que viene.

La posible elección del modelo vietnamita como guía de las reformas ha sido bien recibida en los ambientes diplomáticos de la capital cubana, donde, sin embargo se han manifestado serias dudas de que este propósito se lleve hasta las últimas consecuencias. Más bien, aseguran, los técnicos cubanos quieren buscar inspiración en algunos de los éxitos más sonados del partido hermano, entre los que se encuentra el desarrollo de una floreciente agricultura que, en un principio, fue puesta en marcha con asesoramiento cubano.

Varios altos funcionarios del PCC han asegurado durante estos días a los medios de comunicación del partido, como el diario Granma, que el éxito de la actualización del modelo económico que ya se ha puesto en marcha en la mayor de las Antillas dependerá en buena medida de la evolución del sector agrícola. Y han puesto dos ejemplos para argumentar esta opinión: China y Vietnam. El propio Raúl Castro ha afirmado que la producción de alimentos es «estratégica». Una opinión lógica si se tiene en cuenta que Cuba importa el 80% de los alimentos, con una factura anual que supera los 1.500 millones de dólares.

El motivo de la incertidumbre, sin embargo, no estaría relacionado con la política. Más bien con algo tan prosaico como el posible futuro laboral al que tendrían que enfrentarse. Al menos, ese es uno de los último rumores insistentes que se ha extendido por Radio Bemba (así se conocen a los rumores callejeros en la Isla).

Algunos expertos de la Isla dan por seguro que la reestructuración de plantilla que se aplicará a los ministerios también incluirá al propio partido, cuya maquinaria tendrá que adelgazar para adaptarse a los nuevos tiempos que vienen.

Aparte de estos posibles cambios en la cúpula del partido hay que destacar que los impuestos aprobados por el gobierno de Cuba para gravar los beneficios de los nuevos ‘cuentapropistas‘, un sector que La Habana dice querer potenciar en el proceso de reformas económicas que se va a llevar a cabo, comienzan a plantear serios debates en el incipiente sector privado de la mayor de las Antillas.

Corre el rumor en Radio Bemba de que los trabajadores que han solicitado licencia confían en que el sistema tributario anunciado sea reformado y sustancialmente suavizado tras el congreso del Partido Comunista que tendrá lugar el próximo mes de abril.

Hasta hay quien asegura que si no se producen rebajas de tasas muchos de los trabajadores ahora inscritos devolverán la recién adquirida licencia que les autoriza para que operen como miembros del emergente sector privado cubano. No obstante, de momento muchas personas no toman en consideración estas medidas, acostumbrados al habitual retraso que acompaña a cualquier decisión burocrática o de índole similar tomada en La Habana.

Según la ley, los nuevos trabajadores privados tendrán un riguroso sistema tributario, que incluye impuestos sobre la renta de 25% a 50%, ventas o servicios (10%), contratación de fuerza de trabajo (25%) y una contribución obligatoria al seguro social (25%).

La información relacionada con el periodo previo al congreso del Partido Comunista de Cuba ha dejado de lado otros temas de interés. Una de estas noticias es que la Asamblea Provincial del Poder Popular de La Habana ha elegido a la maestra Marta Hernández como alcaldesa de la capital, en lugar de Juan Contino, quien ha ejercido este cargo durante ocho años.

Los expertos creen que se trata de la primera mujer que pasa a dirigir la alcaldía en la capital de Cuba, lo que supone un paso importante hacia la igualdad de género. A los analistas les ha extrañado que aunque el nombramiento se hizo hace días, tres cuartas partes de los habaneros ni se enteraron, porque sólo salió publicado en Tribuna, un periódico que sale solamente una vez por semana y en domingo, cuando los cubanos dedican más tiempo a pasear con sus hijos que a leer.

Hernández es máster en Educación, diputada y miembro del Partido Comunista, pero además es candidata al VI Congreso del PCC, y precandidata a su Comité Central.

También ha pasado desapercibido la liberación del cargo de alcalde, unas semanas antes, de Juan Contino, también diputado y miembro del Comité Central del Partido. Según la nota oficial, al político le fue reconocido su esfuerzo y dedicación durante ocho años de trabajo al frente del ayuntamiento.

Sus detractores han corrido la voz de que posiblemente la sustitución se deba al pésimo trabajo del Gobierno en la capital, reflejado en muchas de las preocupaciones y quejas planteadas por los ciudadanos en las discusiones de los Lineamientos.

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