El Gobierno de Argentina ha reconocido que ha gastado en salarios, compensación de personal y contratos los más de 2.700 millones de pesos que se usarán para subsidiar el aumento de la producción de gas natural y la recaudación prevista de algunos impuestos. El Gobierno de Argentina ha reconocido que ha gastado en salarios, compensación de personal y contratos los más de 2.700 millones de pesos que se usarán para subsidiar el aumento de la producción de gas natural y la recaudación prevista de algunos impuestos.
Lo que se produce en los gaseoductos argentinos no ha aumentado lo suficiente como para consumir la partida, de hecho la producción ha caído, aunque las consecuencias no han sido tan grandes como se esperaba porque el inverno en el país ha sido menos duro de lo habitual.
En cualquier caso, el reparto de los fondos para otros fines ha permitido al Gobierno pagar a tiempo las últimas remuneraciones del año y su distribución despareja muestra que las cuentas estaban “desbalanceadas”.
Así lo asegura el diario La Nación, que se queja del uso discrecional de los recursos, que han permitido al jefe del Gabinete utilizar los superpoderes que le ha dado la presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner.
Diversas fuentes sostienen que este cambio tan importante debería haber sido decidido en el Congreso, aunque los recortes y otros movimientos han permitido la emisión de un nuevo decreto de necesidad y urgencia.
En concreto, la norma ha aparecido antes de ayer en el último Boletín Oficial de 2014 y se trata de la decisión administrativa 1130/2014, firmada tanto por el jefe de Gabtinete Jorge Capitanich como por el ministro de Economía Axel Kicillof.
Critican, desde el medio argentino que en este caso, “todo parece haber sido hecho con gran apuro y poca prolijidad”.
Además, los incrementos de los gastos se han producido en cada una de las jurisdicciones involucradas van a parar a gastos corrientes de funcionamiento.
