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Grecia pretende bajar el impuesto de sociedades para atraer más inversión extranjera

¿Otro ‘paraíso fiscal’ para el euro?

Famosa es en Bruselas la pelea que todavía hoy mantiene Alemania con Irlanda para que el Tigre Celta aumente su impuesto sobre sociedades (establecido en el 12,5%) y deje de ser así el ‘paraíso fiscal’ de la zona del euro. Lejos de conseguir su objetivo, Angela Merkel podría ver cómo en el futuro le surge otro nuevo quebradero de cabeza en esta misma dirección: Grecia. Famosa es en Bruselas la pelea que todavía hoy mantiene Alemania con Irlanda para que el Tigre Celta aumente su impuesto sobre sociedades (establecido en el 12,5%) y deje de ser así el ‘paraíso fiscal’ de la zona del euro. Lejos de conseguir su objetivo, Angela Merkel podría ver cómo en el futuro le surge otro nuevo quebradero de cabeza en esta misma dirección: Grecia.

Han dado la noticia algunos medios de comunicación helenos. Aprovechando la visita de Enda Kenny, el mandatario irlandés, a Atenas, el primer ministro Antonis Samaras ha reconocido públicamente que pretende bajar el impuesto de sociedades heleno hasta el 15% con la intención de atraer una mayor inversión extranjera al convertir Atenas en una nueva sede mediterránea para multinacionales de toda índole y condición.

Samaras, que se debe a las exigencias de la Troika –así se conoce al grupo de prestamistas del país formado por el Banco Central Europeo (BCE), el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Comisión Europea (CE)- tras haber recibido en los últimos tres años más de 230.000 millones de euros ha comentado que de momento no puede llevar a cabo su cometido pero que según vaya cumpliendo el programa de reducción de déficit público, tratará de implantar su idea.

El anuncio del mandatario griego ha sido recogido con el escepticismo habitual en Grecia. En la memoria colectiva se encuentran las palabras de el ex presidente Yorgos Papandreu, cuando a finales del año 2009 declaró que iba a convertir el país en “la Dinamarca del sur de Europa”. Seis meses después Papandreu acudía a Bruselas para pedir un rescate de 110.000 millones de euros.

No obstante, el objetivo de Samaras es el de atraer a unas empresas que ya han tanteado a su gobierno en el pasado. El pasado mes de marzo el ministro de Desarrollo heleno, Kostis Chatzidakis, se reunió con once directivos de multinacionales. Ellos pusieron sus exigencias sobre la mesa: «Invertiríamos más si Grecia fuese más amiga de las inversiones».

Aunque en aquel momento estos directivos no se referían al impuesto de sociedades sino a los salarios: «No entendemos cómo puede existir un salario mínimo en un país donde el desempleo juvenil ha alcanzado unas cifras inexplicables». «Dadnos la oportunidad de contratar a gente joven por menos dinero. Ellos trabajarán menos horas y menos días por semana», propuso en aquel momento Giorgos Spilopoulos, consejero delegado de una compañía llamada Barilla Hellas, en una clara alusión a los ‘mini jobs’ que tan famosos se han hecho en Alemania.

La tasa de paro en el país heleno alcanzó el pasado mes de febrero el 27%, tres décimas más que en enero y muy por encima del 21,9% registrado en febrero de 2012, según los datos publicados por la agencia griega de estadística, Elstat, que muestran una alarmante tasa de paro del 64,2% entre los menores de 25 años. En España, la cifra del 27% se alcanzó en el mes de marzo, según los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA).

El tipo impositivo del impuesto sobre sociedades se sitúa en España en el 30%, lo que supone el quinto gravamen más elevado de la UE, según datos de Eurostat, que cifra en el 23% la media europea, siete puntos porcentuales menos que en España. El estudio, recogido por el Instituto de Estudios Económicos (IEE), indica que el mayor tipo en este impuesto corresponde a Francia, con un 36,1%, seguida de Malta (35%), Bélgica (34%) y Portugal (31,5%).

Por su parte, el gravamen alemán es del 29,8%, prácticamente el mismo que en España, mientras que en Italia se sitúa en el 27,5%. A continuación, figuran Dinamarca, los Países Bajos y Austria, que comparten un 25%. El Reino Unido, de su lado, ha reducido su gravamen del 24% al 23% en 2013.

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