Brasil se posiciona como la mayor potencia de Latinoamérica, unos de los principales países emergentes, sin embargo, su economía está perdiendo fuelle. Aprovechando esta situación, México está asomando la cabeza con fuerza, acaparando el interés de los inversores en la región. Brasil se posiciona como la mayor potencia de Latinoamérica, unos de los principales países emergentes, sin embargo, su economía está perdiendo fuelle. Aprovechando esta situación, México está asomando la cabeza con fuerza, acaparando el interés de los inversores en la región.
El último signo del potencial económico de México como sustituto de Brasil se ha colocado en el mercado automovilístico. En la primera mitad del año, la nación centroamericana ha desbancado por primera vez al país presidido por Dilma Rousseff como el mayor productor de coches en América Latina.
Este cambio en el panorama automotriz en la región se debe principalmente a dos factores: el fuerte incremento de la producción de vehículos en México en el último año y la estrepitosa caída de la fabricación y las ventas de coches en el mercado brasileño.
En el país centroamericano, se produjeron de enero a junio 1,59 millones de unidades, lo que supuso un crecimiento del 7,4% respecto a la primera mitad del año del 2013, según datos publicados por la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA). Por una parte, en Brasil la producción fue de 1,57 millones de coches en el primer semestre de 2014, ha informado la Asociación Nacional de Fabricantes de Vehículos Automotores de Brasil (Anfavea).
La cifra se ha visto afectada por la caída de las ventas de vehículos en el país iberoamericano, debido especialmente a las trabas para acceder al crédito en la compra de autos, señalan los expertos.
Es tan solo uno de los indicios por los que los inversores comienzan a trasladar el foco de atención desde Brasil hasta México. Alejandra Kindelán, jefe de Estudios de Banco Santander, considera que el país dirigido por Enrique Peña Nieto es el que más avanzado está el proceso de reformas, según señaló durante su reciente intervención en la jornada ‘La Europa que deja la crisis’, organizada por la APIE y patrocinada por BBVA en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (Santander). El Gobierno mexicano estima para 2014 un crecimiento del PIB del 2,7%.
Este crecimiento contrasta con el 1,5% que crecerá Brasil este año, según el servicio de estudios del Santander, que destaca que las tasas moderadas de crecimiento no se deben tanto a un problema de demanda como de oferta. Kindelán considera que el país necesita avanzar en las reformas pero, al tratarse de un año electoral, es probable que el Gobierno de Dilma Rousseff espere hasta después de la cita con las urnas para acometerlas.
Por su parte, Jorge Mariscal, director general de inversión para mercados emergentes de UBS Wealth Management, filial de UBS AG, ve a América Latina como «lo bueno, lo malo y lo feo». Brasil representa lo «malo» y México lo «bueno»., según recoge The Wall Street Journal. En su opinión, en la categoría de «feos» entran Venezuela y Argentina.