Julian Assange, el fundador de WikiLeaks cumple este viernes tres años encerrado en la Embajada de Ecuador en Londres, donde se refugió para evitar ser extraditado a Suecia por supuestos delitos sexuales y desde donde considera que será entregado a las autoridades de EEUU. Julian Assange, el fundador de WikiLeaks cumple este viernes tres años encerrado en la Embajada de Ecuador en Londres, donde se refugió para evitar ser extraditado a Suecia por supuestos delitos sexuales y desde donde considera que será entregado a las autoridades de EEUU.
Assange, desde su entrada en el consulado, siempre ha mantenido que lo único que se busca con todo esto es que le juzgue la Justicia estadounidense por la publicación de WikiLeaks, una de las mayores filtraciones e informaciones de EEUU.
La web creada por el propio Assange ha señalado que seguirá en la Embajada hasta que tenga “derecho a una protección efectiva a la extradición en EEUU”. Ha agregado que la situación no tendría que ser tolera ni contar con la “complicidad de ningún Estado”.
Ecuador, que tomó la decisión de concederle asilo político a Assange, lleva intentando encontrar una situación con Reino Unido, al parecer, sin resultado. Por su parte, las autoridades suecas han pedido a los gobiernos británico y ecuatoriano permiso para interrogarle en las próximas semanas.
Aunque fue el propio fundador de WikiLeaks quien decidió permanecer en la embajada, ahora asegura que su salud se ha deteriorado en estros tres años, pues debe vivir en “las estrechas dependencias de la embajada de Londres”, donde no tiene acceso directo ni al sol ni al aire libre.
Previamente a su arresto en la embajada, el australiano había pasado año y medio bajo arresto domiciliario en casa de un amigo en la campiña inglesa desde que fue detenido en Londres.
A pesar de ello, aseguran diversos medios, como por ejemplo el mexicano Excélsior no se decide a salir porque si lo hace, podría ser arrestado de inmediato por saltarse las condiciones de su libertad condicional.
La situación sigue prolongándose, a pesar de que el interrogatorio por parte de las autoridades suecas podría suponer un adelanto, y la policía británica tiene vigilada la embajada durante las 24 horas, lo que ha supuesto un gasto de unos 15 millones de dólares.
