La exmandataria chilena y candidata a la presidencia, Michelle Bachelet, tiene muchas papeletas para volver a ponerse al frente del país latinoamericano para los próximos comicios. Sin embargo, para poder sacar adelante su programa basado en tres reformas (educativa, tributaria y constitucional) parece que tendrá que recurrir a los pactos. La exmandataria chilena y candidata a la presidencia, Michelle Bachelet, tiene muchas papeletas para volver a ponerse al frente del país latinoamericano para los próximos comicios. Sin embargo, para poder sacar adelante su programa basado en tres reformas (educativa, tributaria y constitucional) parece que tendrá que recurrir a los pactos.
El programa electoral prometido por la presidenciable propone una reforma tributaria que permitirá recaudar al país, según sus estimaciones, 8.200 millones de dólares (unos 6.300 millones de euros), lo que supone el 3% del Producto Interior Bruto. Entre las disposiciones de esta norma se incluye un incremento del impuesto a las grandes empresas a un 25%, que no afectará a las pymes, mientras que se reduciría el impuesto tope a las personas a un 35%.
Para sacar adelante esta iniciativa, la coalición que lidera Bahelet, Nueva Mayoría, necesitaría alcanzar la mayoría simple en el Congreso.
Lo mismo ocurre con la reforma educacional, que requiere un quórum de cuatro séptimos, o lo que es lo mismo: 69 diputados y 22 senadores. En este caso, si la candidata sale elegida como presidenta, necesitaría para sacar adelante la iniciativa doblar el apoyo al menos en nueve distritos y tres circunscripciones.
Bachelet quiere ganarse a los estudiantes, uno de los colectivos más críticos con las políticas del actual Gobierno y uno de los mayores problemas a los se enfrenta el presidente Sebastián Piñera. Así, la candidata ha prometido una reforma educativa en la que se contempla la gratuidad de los estudios universitarios.
Los estudiantes han protagonizado multitudinarias protestas en las calles de Chile para reclamar una educación universitaria gratuita y de calidad, por lo que la exmandataria socialista no ha dudado en lanzarles un guiño desde la precampaña.
Pero, la propuesta más ambiciosa de Bachelet es la reforma de la Constitución. Para modificar algún artículo de la Carta Magna, se necesita un apoyo de dos tercios en ambas Cámaras, lo que supone 80 diputados y 25 senadores.
Será por tanto muy difícil que la presidenciable pueda sacar adelante la iniciativa, pues necesitaría doblar los escaños conseguidos por los partidos que forman Nueva Mayoría en 20 distritos y seis circunscripciones.
“Hoy los chilenos han votado por una nueva Constitución, que tenga el sello de nuestra democracia, que mire hacia el futuro y que consagre nuestros derechos”, recalcó la candidata de Nueva Mayoría tras triunfar en las primarias. Habrá que esperar para saber si puede cumplir su promesa.
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