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Al rechazo internacional a su modo de hacer política, se suma la mala situación del servicio eléctrico venezolano

La situación de Chávez empeora dentro y fuera de Venezuela

Pocos días después de que el ministro venezolano de Energía, Alí Rodríguez, negara la existencia de racionamiento eléctrico en Venezuela, la realidad ha venido a contradecirle. El jueves, a causa de un fallo en el sistema de transmisión, 19 de los 24 estados del país, incluido Caracas, se vieron privados del servicio. La situación es compleja para Chávez, que esta semana ha certificado que su imagen exterior tampoco es lo que era. Al distanciamiento con Rafael Correa, presidente de Ecuador, ha venido a sumarse a un hecho preocupante. El candidato a las presidenciales de Perú, Ollanta Humala, ha tenido que desvincularse de él para mejorar en las encuestas. Pocos días después de que el ministro venezolano de Energía, Alí Rodríguez, negara la existencia de racionamiento eléctrico en Venezuela, la realidad ha venido a contradecirle. El jueves, a causa de un fallo en el sistema de transmisión, 19 de los 24 estados del país, incluido Caracas, se vieron privados del servicio. La situación es compleja para Chávez, que esta semana ha certificado que su imagen exterior tampoco es lo que era. Al distanciamiento con Rafael Correa, presidente de Ecuador, ha venido a sumarse a un hecho preocupante. El candidato a las presidenciales de Perú, Ollanta Humala, ha tenido que desvincularse de él para mejorar en las encuestas.

Según datos publicados por Xinhua, un error en el sistema de transmisión eléctrico ocasionó la tarde del día 7, jueves, un apagón general en 19 de los 24 estados de Venezuela. El propio ministro de Energía Eléctrica, Alí Rodríguez Araque, confirmó el hecho y aseguró que el corte de servicio se debió a un disparo de 800 kilovatios en una de las líneas de mayor capacidad de la nación sudamericana, ubicada entre el sector de la Arenosa y el estado Yaracuy (oeste).

En total, el 79% del territorio venezolano se quedó sin luz. El hecho, que aunque de mayores proporciones, no es ajeno, en menor medida, en el día a día del país. Sin embargo, esta misma semana, el Rodríguez negó que el país se vea forzado a un racionamiento eléctrico. Acusó a quienes considera “voces agoreras” de tratar “de sembrar la desesperanza en el pueblo venezolano” y anunció que no lo conseguirán.

“Hoy (por el martes 5 de abril) según lo que me anuncia el Centro Nacional de Despacho, no estamos haciendo racionamiento en el país” aseguró Rodríguez, que añadió que “voces agoreras están anunciando de nuevo un colapso eléctrico (…) Dicen que la falta de electricidad y las numerosas fallas que ellos señalan van a impedir que pueda haber una recuperación de la economía y se apoyan en algo que no ocurrió la semana pasada”.

Las críticas por el mal funcionamiento del sistema eléctrico son numerosas. De hecho, los apagones, según denuncian los usuarios, son constantes, algo que el Gobierno ha achacado al aumento de la demanda. Rodríguez explico que hace siete días, tras registrarse un requerimiento de energía de 15.000 MW diarios, súbitamente se disparó la demanda a 16.200 MW, y recordó que tal salto en el consumo implica una exigencia muy fuerte para el sistema de generación.

“Esto obligó a tomar medidas para evitar un apagón de grandes proporciones: aplicar sabiamente racionamientos que fueron muy grandes en esos días y que fuimos reduciendo progresivamente en la medida que incorporamos capacidad de generación”, aseguró el ministro. Agregó que un total de 2.568 MW serán incorporados este año para el suministro de electricidad en todo el país y anunció que para 2012 esta cifra se elevaría a 3.618 MW.

Pero los problemas de Venezuela no se quedan en las cuestiones internas. Las últimas elecciones a la asamblea Nacional, celebradas en septiembre de 2010, reflejaron un cierto desgaste de la imagen de Chávez entre la población venezolana. No en vano, la oposición logró recuperar votos y terminar con la mayoría absoluta con la que contaban los partidos afines al gobierno.

Esa misma imagen parece haber sufrido un fuerte deterioro en el exterior. Eso al menos parece indicar el último gesto de alguien que se había mostrado su admirador en otro tiempo, Ollanta Humala, candidato a las elecciones presidenciales de Perú. El dirigente nacionalista, con una marcada ideología izquierdista, ha tenido que desligarse públicamente del gobernante venezolano con el fin de mejorar en las encuestas, algo que no deja en muy buen lugar al mandatario venezolano.

Humala, que hasta la última semana no contaba en las encuestas de intención de voto, ha logrado alzarse hasta el primer puesto de las mismas. Según los analistas, el proceso es el resultado de dos cuestiones. Por una parte, a medida que su popularidad crecía, los candidatos restantes han emprendido fuertes campañas de desacreditación, algo que ya elevó a Alejandro Toledo a ser el candidato preferente tras sufrir las críticas del actual presidente, Alán García.

Sin embargo, según dichos analistas, el verdadero motivo de su elevado crecimiento ha tenido una motivación principalmente internacional. Muchos de los ataques sufridos tenían una intencionalidad clara. Aseguraban que la campaña de Humala había sido financiada por Chávez, algo que provocaba un cierto miedo entre la población. Por el contrario, el propio candidato ha desmentido tal extremo.

Su discurso ha cambiado. En 2006, cuando se postuló por primera vez, Humala ofrecía un cambio radical en el país, despotricaba contra las empresas extranjeras, prometía defender los recursos naturales y se declaraba admirador del presidente venezolano Hugo Chávez. Ahora, con más experiencia y en un contexto político diferente, defiende políticas alejadas de su ídolo. El candidato marcó el pasado miércoles distancia con Chávez, exigiéndole «que no se meta en las elecciones peruanas».

Algo similar parece haber pensado Rafael Correa, presidente de Ecuador, que parece no temer un enfrentamiento con uno de sus principales socios en la región. El ministro ecuatoriano de Recursos no Renovables anunció esta semana medidas drásticas si la petrolera venezolana PDVSA no cumple con los contratos firmados con Ecuador. La distancia entre los dos mandatarios parece expandirse después de que el país andino no formase parte de la reciente gira de Chávez por América Latina.

Junto con Bolivia, que está destinada a mantener su relación con el Chávez a causa de los muchos créditos que recibe del mandatario, los de Ecuador y Venezuela fueron considerados Gobiernos cortados por el mismo patrón. Sin embargo, Correa ha ido alejándose de los modos de gobernar se sus homólogos en el cargo. Lejos de promover las expropiaciones o la nacionalización de sectores productivos, el ecuatoriano ha promovido el libre comercio y la bancarización de la población con resultados, sobre todo en el área petrolera, satisfactorios.

Las declaraciones de Pastor son un golpe para las buenas relaciones entre ambos países. Correa demuestra de esta manera que no espera nada de Chávez además de cumplir los contratos firmados. Mientras tanto, el presidente venezolano pierde uno más de sus sustentos internacionales. Chávez, cuya llegada al poder sirvió en un inicio para elevar a sus cargos a muchos presidentes de izquierda del subcontinente, ha perdido ascendente internacional.

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