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Tras sus recientes adquisiciones, la estatal brasileña controlará 7.506 km de línea de transmisión

La eléctrica Cemig aumenta su poder en Brasil

La reciente compra que ha realizado Cemig de los activos brasileños de la española Abengoa le ha puesto en el primer plano de la actualidad financiera. Presente en gran parte del país y también en Chile, Cemig está controlada en su mayor parte por el Estado de Minas Gerais, aunque posee también socios privados, entre los que se encuentra la inmobiliaria Andrade Gutierrez. Uno de los principales actores en el escenario enérgetico brasileño –es responsable del 12% de la distribución nacional eléctrica nacional– , la compra de la filial local de Abengoa por 485 millones de euros consolida a Cemig en la región y es una muestra de su poder expansionista. La reciente compra que ha realizado Cemig de los activos brasileños de la española Abengoa le ha puesto en el primer plano de la actualidad financiera. Presente en gran parte del país y también en Chile, Cemig está controlada en su mayor parte por el Estado de Minas Gerais, aunque posee también socios privados, entre los que se encuentra la inmobiliaria Andrade Gutierrez. Uno de los principales actores en el escenario enérgetico brasileño –es responsable del 12% de la distribución nacional eléctrica nacional– , la compra de la filial local de Abengoa por 485 millones de euros consolida a Cemig en la región y es una muestra de su poder expansionista.

Con la compra, Cemig pasó a ser el tercer grupo más grande de transmisión de energía eléctrica en Brasil, con la adhesión de 1.199 km de líneas de transmisión más, por lo que en estos momentos gestiona un total de 7.506 km. Cemig cotiza en bolsa tanto en dólares (New York Stock Exchange) como en euros (en el Latibex, el índice de compañías latinoamericanas en la Bolsa de Madrid) por lo que se encuentra en el centro de atención de los inversores internacionales. Otra muestra de su poder es que la todopoderosa agencia de calificación Standard and Poor´s la incluye en la lista de las cuarenta compañías más importantes de Sudamérica. Del mismo modo, Cemig está incluida en el Global Dow, el índice del Dow Jones que recoge a las 150 cotizantes que más movimientos generan en las bolsas.

La empresa presenta una serie de inversiones diversificadas. A pesar de que el principal negocio de la compañía es la generación, trasmisión y distribución de energía eléctrica, también se dedica al negocio del gas natural. La estatal brasileña es accionista mayoritaria de la Gasmig, o Compañía de Gás, la única concesionaria de distribución de gas canalizado en el estado de Minas Gerais. Cemig actúa también en el área de transmisión de datos, por medio de Cemig Telecom, y en la oferta de soluciones energéticas, por medio de Efficientia. Además de esas empresas, Cemig Serviços trabaja con proyectos de construcción, operación y mantenimiento de sistemas relacionados con el sector energético, en el que presta servicios administrativos, comerciales y de ingeniería.

Por su parte, la empresa sevillana Abengoa se encuentra en estos momentos en pleno proceso de desinversión en Sudamérica, agobiada por la enorme deuda que arrastra desde hace meses y que entre enero y marzo se incrementó hasta alcanzar unos niveles que prácticamente sextuplican las ganancias brutas de la empresa. En ese proceso es en donde ha entrado con inusitada fuerza Cemig, al hacerse con las 11 concesiones de la empresa española en el gigante sudamericano. Con la operación, Abengoa consigue recursos y mejora su flujo de caja, mientras que Cemig aumenta sus redes en Brasil y además ha experimentado un fuerte crecimiento en Bolsa.

En octubre de 2010, la empresa española ya había vendido en Brasil un 25% de las subsidiarias ETEE (Expansión Transmisora de Energía Eléctrica S.A.) y ETIM (Expansión Transmisora Itumbiara Marimbondo) a la compañía de procedencia china State Grid International por un montante de 90 millones de euros. Por tanto, parece que Abengoa está intentando soltar lastre en el mercado brasileño para concentrarse en hacer frente a las dificultades en España.

Justamente esta semana Abengoa se ha deshecho también de la participación del 40% que mantenía en su filial tecnológica Telvent y que ha cedido a la francesa Schneider Electric. La operación permitirá a la empresa española aliviar su endeudada situación, que se reducirá en alrededor de 775 millones de euros.

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