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Los medios internacionales le dedican sus portadas y se dispara el precio de la deuda soberana en dólares

La confirmación de que Chávez sufre un cáncer abre nuevas incógnitas en Venezuela

Comienza el tiempo de las incógnitas. La noche del 30 de junio, el presidente venezolano, Hugo Chávez, confirmó mediante un discurso televisado en rumor que venía extendiéndose desde su llegada a Cuba veinte días atrás. La extirpación de un absceso pélvico que sufría, derivó en el hallazgo de células cancerígenas que, también los sigilosos servicios médicos La Habana, procedieron a operar. La alocución, que para muchos sonó a despedida, deja en el alero, entre las cuestiones importantes, la fecha de regreso a Caracas, su posible retiro de la política activa o el nombre de su sustituto al frente de la revolución bolivariana. Esa misma incertidumbre, sin embargo, ha provocado un espectacular rally en el precio de la deuda soberana denominada en dólares. Comienza el tiempo de las incógnitas. La noche del 30 de junio, el presidente venezolano, Hugo Chávez, confirmó mediante un discurso televisado en rumor que venía extendiéndose desde su llegada a Cuba veinte días atrás. La extirpación de un absceso pélvico que sufría, derivó en el hallazgo de células cancerígenas que, también los sigilosos servicios médicos La Habana, procedieron a operar. La alocución, que para muchos sonó a despedida, deja en el alero, entre las cuestiones importantes, la fecha de regreso a Caracas, su posible retiro de la política activa o el nombre de su sustituto al frente de la revolución bolivariana. Esa misma incertidumbre, sin embargo, ha provocado un espectacular rally en el precio de la deuda soberana denominada en dólares.

El video, de 15 minutos de duración, deja entrever a un hombre cansado que lee un discurso escrito y apenas improvisa. No es la imagen habitual del líder bolivariano que, de verborrea enérgica y seguridad patente, ha encandilado a sus seguidores durante más de 12 años. El discurso, que incluye una excusa por la falta de información sobre su verdadero estado de salud, recuerda por momentos a una despedida. Las menciones al pasado, a los momentos de mayor incertidumbre política, logran el resultado contrario al pretendido.

El mensaje y la inseguridad de Chávez, en definitiva, generan dudas plausibles que deben ser resueltas. La primera de ellas ha sido generada, poco después de conocerse la noticia, por uno de los principales portavoces no declarados de la oposición política, Teodoro Petkoff. Remitiéndose a la Constitución, el ex político y periodista ha recordado que, en las condiciones de salud en las que se encuentra el mandatario, debe ser sustituido en el cargo por el vicepresidente del país, Elías Jaua.

Se basa para ello en un artículo que, aunque vagamente, señala que “se podría considerar que define un período de 6 meses” (3 meses más prórroga) luego de la cual la falta del presidente sería considerada – de darse el caso- falta absoluta.” Hay que recordar que Chávez sufrió en mayo una operación de rodilla que lo mantuvo alejado de la actividad política durante algunas semanas. Por el contrario, aunque esta parece la cuestión más acuciante, lo cierto es que la incógnita sobre su liderazgo va más allá.

Antes de que se conociese su verdadero estado de salud, incluso más ahora que su vida corre peligro, cualquier observador medianamente informado ha podido percibir la falta de un sustituto en ausencia del líder bolivariano. Incluso en su estado, Chávez asumió y mantiene el poder presidencial ejerciéndolo desde La Habana, en detrimento del propio Jaua, llamado a cumplir tal cometido. Este gesto implica, así al menos puede ser interpretado, una falta de confianza del mandatario hacia sus compañeros de armas, entre los que no encuentra una personalidad que pueda darle la réplica.

El sino de los movimientos nacidos en torno a líderes personalista como Chávez, que tienden a acompañarse de ayudantes más que de colaboradores, quedan huérfanos cuando la cabeza visible falta. Tal vez por eso, se desconoce de donde ha partido la idea, comenzó a verse en el hermano del mandatario, Adán Chávez, a su posible sucesor. Tan expresivo como el presidente, el mayor de los Chávez ha dejado alguna perla dialéctica en ausencia de su hermano. «Sería imperdonable limitarse tan sólo a lo electoral y no ver otros métodos, incluso la lucha armada, para obtener el poder», aseguró.

Pero, como dice Petkoff, lo mejor que puede pasarle a Venezuela es que el presidente Chávez regrese sano al país y el proceso democrático continúe su curso. Por el momento se desconoce la fecha de su regreso. Es más, tras hacerse pública la gravedad de la enfermedad del mandatario, las voces que anunciaban su vuelta para el cinco de julio, día en el que se celebra el Bicentenario de la independencia nacional, tienen menos credibilidad. La mera comparación con tiempos mejores dejan entrever que el estad físico del líder bolivariano está lejos de permitir premuras como esa.

En cualquier caso, Chávez demuestra, enfermo o no, que se ha convertido indispensable tanto dentro como fuera de su país. La política venezolana ha quedado huérfana en su ausencia, mientras que en extranjero, tras conocerse que sufre un cáncer, ha saltado a la actualidad informativa en casi todas las portadas. El diario argentino Clarín lo califica como “un líder duro y siempre polémico”, mientras se hace eco de los “testimonios de preocupación y dolor entre los venezolanos”.

El chileno La Nación se centra en la polémica desatada entre partidarios y detractores, mientras que el brasileño O Globo resalta las declaraciones del general venezolano Henry Rangel Silva de que la seguridad está asegurada en Venezuela pese a la ausencia de su presidente. Desde España, El País, por su parte, señala que «la oposición venezolana no sabe cómo afrontar la ausencia de Chávez» y que «el hermano mayor y mentor del mandatario gana más protagonismo con la crisis».

Respecto a la prensa norteamericana, The New York Times ha añadido ya un párrafo sobre los últimos acontecimientos al perfil que tiene sobre el mandatario: “En junio de 2011, fue hospitalizado durante una visita a Cuba y fue operado de lo que se describió como un absceso pélvico. A medida que su recuperación se prolongaba y Chávez se mantenía recluido, sus oponentes aprovecharon para cuestionarse si la Constitución le permite supervisar los asuntos nacionales durante un periodo de tiempo indeterminado desde el exterior del país.” El diario yanqui ha seguido con cierto interés el asunto, y además resaltó el 28 de junio el hecho de que el hermano de Chávez, Adán, haya sido el que más ha ocupado su puesto en Venezuela, algo que el NYT relaciona con Cuba y los Castro.

En el caso del Washington Post, resalta que la noticia “Los aliados de Chávez llaman a la calma mientras lucha contra el cáncer” sea la cuarta más leída por sus usuarios y que ocupe un lugar privilegiado en su portada. Los Ángeles Times no parece seguir con mucho interés el tema y apenas si ha publicado tres noticias en los últimos días. El Financial Times sí pone la noticia en portada y además señala que “el Ejército busca anular cualquier posibilidad de disturbios”.

El Nuevo Herald presenta un tono bastante más beligerante, y titula en portada «Cáncer genera dudas sobre presidencia de Chávez”, mientras que en la entradilla apunta a su proceso de recuperación, “que en el mejor de los casos le obligará disminuir significativamente su ritmo de vida, y en el peor, a separarse del poder”. El Miami Herald también mantiene una postura crítica, al afirmar que “el escepticismo saluda al último vídeo de Chávez recuperándose en Venezuela”.

Pero, si la opinión de los mercados financieros se expresa en los movimientos de compra o venta que sobre determinados activos efectuan los operadores en función de las noticias, hoy esta misma incertidumbre política que sacude Venezuela era vista como una oportunidad de compra por los brokers que negocian con la deuda soberana latinomericana denominada en dólares.

La posibilidad de que la enfermedad de Chávez le impida optar a la reelección abre, según algunos analistas, la puerta a un posible cambio en las líneas maestras de la gestión de la economía del país que podría volver a ser más favorable para el sector privado y menos inclinada a las nacionalizaciones y el intervencionismo.

Esta era, al menos, la excusa formal que argumentaban hoy los compradores del bonos globales venezolanos. Al cierre de esta edición, La rentabilidad de la emisión de referencia, con vencimiento en 2027, había cedido 45 puntos básicos hasta situarse en el 12,56%, en un rally que suponía su mayor recorte de rentabilidad desde el 16 de junio del pasado año. El aumento de precio asociado a este movimiento era del 2,48% del nominal hasta el 77,29%.

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