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Hugo Chávez intenta volver a situarse en el tablero de ajedrez cubano

Good bye Fidel…

Nuestro colaborador, Juan Carlos Zapata, sigue con su serie de análisis sobre las intrigas palaciegas que suceden en la ‘corte de los milagros’ del sin par presidente de Venezuela, Hugo Chávez. Ahora, entre otros problemas, el mandatario bolivariano se enfrenta a los cambios en el equilibrio del poder que parecen producirse en Cuba. Caracas se juega mucho en la partida y necesita tomar posiciones rápido. Pero no resulta fácil saber a qué carta quedarse. Nuestro colaborador, Juan Carlos Zapata, sigue con su serie de análisis sobre las intrigas palaciegas que suceden en la ‘corte de los milagros’ del sin par presidente de Venezuela, Hugo Chávez. Ahora, entre otros problemas, el mandatario bolivariano se enfrenta a los cambios en el equilibrio del poder que parecen producirse en Cuba. Caracas se juega mucho en la partida y necesita tomar posiciones rápido. Pero no resulta fácil saber a qué carta quedarse.

El conflicto interno en Cuba. El conflicto entre las tendencias. Después de la celebración separada del asalto al Cuartel Moncada, las viejas versiones cobran fuerza. El golpe palaciego contra Fidel Castro. Primero la caída aquella de bruces. Luego la operación de la rodilla, sin someterse a anestesia que lo dejara descolgado de la conciencia.

Más tarde la enfermedad. El preámbulo de la nueva operación, más compleja. El traspaso de los poderes. La revelación de que la firma para las materias importantes y menos importantes era reserva suya, con lo cual demostraba desconfianza hasta en su propio hermano, el jefe de la Fuerza Armada.

Por último, todo este tiempo de recuperación, hasta la reaparición. Y así es como hay dos actos, el 25 y el 26 de julio. En Santa Clara el lunes y en Artemisa el domingo anterior.

Y el 25 apareció Fidel Castro, y desapareció Raúl. Claro, en la celebración del 26, Raúl Castro estaba a la cabeza, y su amigo Alí Rodríguez en plan de orador, y a dos pasos del presidente de Cuba, Ramiro Valdés. O sea, que el acto del 25 de Artemisa tuvo otra relevancia. Y el del 26, otro impacto, si se quiere menor, aunque con señales.

Un problema para Chávez. ¿Quería estar en el acto de todos, en la unidad? No en un acto de un bando. No en el acto de otro bando. Pero ya no hay unidad en Cuba. ¿El problema era:

Cómo despreciar a Fidel Castro?, su mentor. Tampoco podía decirle no a una invitación oficial del presidente en ejercicio, el hermano Raúl Castro. Complicado el cuadro, ¿no?

Más si se toma en cuenta que al lado de Fidel Castro también estuvo Ramiro Valdés, mientras el ausente era Raúl Castro. La verdad es que Fidel Castro ya había acaparado la atención, dejando en segundo plano el acto del día siguiente, el de Santa Clara, en el que Raúl Castro guardó silencio, sin cubrir la expectativa a los cubanos, que esperaban escuchar un discurso de reformas.

Aunque claro, ya él ha hablado en otro sentido: tomándose la foto con los jerarcas de la Iglesia Católica y con el canciller español, Miguel Angel Moratinos. Abriendo el compás de los presos políticos.

Las preguntas son: ¿Hay varios planes en marcha en Cuba? ¿Hay dos? ¿Hay tres? ¿Existe el plan de Ramiro Valdés, de recordada visita en Caracas? Dicen que Ramiro Valdés ahora le compite a Raúl Castro y que aparecer al lado de Fidel Castro en Artemisa, su pueblo natal, fue una manera de enviar un mensaje directo.

A Valdés se le atribuye la organización del acto de Artemisa, con su gente, sus cuadros. En Santa Clara, la foto muestra también a Ramiro Valdés en plan de protagonista. O tal vez sólo protocolo. ¿Juega Valdés por partida doble? En Madrid, fuentes del PSOE señalan: él juega su juego.

Y ¿Con cuál de los grupos se queda Chávez? Tal vez mida la situación. Y fue por esto, casi seguro, que suspendió el viaje a Cuba. No por la amenaza colombiana. Sino por no mezclarse en la disputa de los hermanos, y la de Ramiro Valdés.

La presencia de Alí Rodríguez se entiende. Por su cercanía con Raúl Castro. Estar presente no echaba leña al fuego. Aunque sería posible especular el otro papel de Alí Rodríguez.

Mejor Raúl que Fidel. ¿Acaso no afirma Raúl Castro que Venezuela y Cuba marchan juntas? Y ese “juntas” puede estar aderezado con la defensa conjunta. Hay tratados que lo sustentan, desde el punto de vista de ambos líderes.

Falta ver si las Fuerzas Armadas Bolivarianas no se oponen. Mientras tanto, el how are you Fidel puede cambiarse por el good bye Fidel.

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