Los policías de baja graduación de la Unidad Táctica de Operaciones Especiales (Utop) de Bolivia han vuelto a protestar para pedir un aumento salarial y esta vez utilizaron la fuerza sobre sus superiores para dejar claro su punto de vista. Los policías de baja graduación de la Unidad Táctica de Operaciones Especiales (Utop) de Bolivia han vuelto a protestar para pedir un aumento salarial y esta vez utilizaron la fuerza sobre sus superiores para dejar claro su punto de vista.
Han tomado esta decisión, como comenta la prensa de la zona, tras tres días de negociaciones estériles en los que el Ministerio de Gobierno, que no les ha dado ninguna respuesta sobre fusionar el Bono de Seguridad Ciudadana de 400 bolivianos a su haber básico.
Al descubrir que no había nada que hacer optaron por cerrar las puertas de su unidad y subirse en techos y paredes para gritar por un aumento salarial. Al hacerlo, dejaron sin protección la plaza Murillo, el centro político del país donde está el Palacio Quemado y la Asamblea Legislativa, en La Paz.
Dicha decisión fue segundada casi de inmediato por la ciudad de Cochabamba, donde las fuerzas de seguridad tomaron la sede de la Utop. Hasta el mediodía, en Santa Cruz hubo un repliegue en la unidad de Tránsito, mientras que en Oruro se tomaron otras zonas. Las protestas estuvieron acompañadas por esposas de uniformados.
Aunque no todo el cuerpo ha apoyado estas protestas, los suboficiales y sargentos les lanzaron escombros de una obra para que se marcharan. Así ocurrió en La Paz, en otras ciudades se cerraron los cuarteles y hubo algunos agentes que se encargaron de las provisiones de gas lacrimógeno.
Desde Santa Cruz de la Sierra, el ministro de Gobierno, Carlos Romero, ha calificado estas protestas de actos de insubordinación e indisciplina y ha ratificado la posición del Ejecutivo, en sentido de posponer el avance salarial al año que viene, después de analizarlo debidamente.
Lo cierto es que se mostró relativamente indignado y ha señalado que no negociará en medio de estos chantajes y movilizaciones y ha comentado que es labor del Comando General de la Policía establecer el orden.
Tras escuchar a Romero, el presidente de la Asociación Nacional de Suboficiales, Sargentos, Clases y Policías (Anssclapol), suboficial Javier Quispe, ha rechazado sus declaraciones y ha recordado que la fusión del bono fue aceptada por el Ejecutivo.
