Brasil y EEUU coinciden en que una guerra comercial entre ambas naciones no es nada deseable para ninguna de las partes. Sin embargo, algunos analistas consideran que si Obama no mueve ficha y cumple las exigencias de Lula la guerra comercial puede estallar en cualquier momento. El presidente brasileño ha dejado claro que el Gobierno estadounidense debe respetar las decisiones de la Organización Mundial del Comercio (OMC) y negociar para evitar la aplicación de sanciones por los subsidios del algodón. Lula considera que si Washington se empeña en incumplir las resoluciones de organismos multilaterales el mundo se volverá ingobernable. Brasil y EEUU coinciden en que una guerra comercial entre ambas naciones no es nada deseable para ninguna de las partes. Sin embargo, algunos analistas consideran que si Obama no mueve ficha y cumple las exigencias de Lula la guerra comercial puede estallar en cualquier momento. El presidente brasileño ha dejado claro que el Gobierno estadounidense debe respetar las decisiones de la Organización Mundial del Comercio (OMC) y negociar para evitar la aplicación de sanciones por los subsidios del algodón. Lula considera que si Washington se empeña en incumplir las resoluciones de organismos multilaterales el mundo se volverá ingobernable.
El problema del algodón, que tantos quebraderos de cabeza trae a los brasileños, tiene su origen en los fuertes subsidios que EEUU concede a sus productores, que genera una caída artificial del precio que descoloca a agricultores de países en vías de desarrollo. Algunos políticos estadounidenses plantean la posibilidad de eliminar los subsidios gubernamentales y no los parlamentarios.
Lula ha pedido a Obama que se ponga a trabajar para buscar una solución a la divergencia comercial. Lula se refiere a las sanciones comerciales que Brasil, con la autorización de la OMC, pretende imponerle a Estados Unidos por la negativa de Washington de eliminar los subsidios que otorga a sus productores y exportadores de algodón.
Brasil anunció el lunes una lista de 102 productos estadounidenses que, a partir del 8 de abril próximo, pagarán tasas más elevadas para ingresar al país, como represalia por el daño que los subsidios al algodón causan a los agricultores brasileños. La Organización Mundial de Comercio autorizó a Brasil aplicar las sanciones por hasta 829 millones de dólares al año.
El secretario de Comercio estadounidense, Gary Locke, también se ha mostrado reacio a una posible guerra comercial entre ambas naciones. Locke ha indicado que ambos países harán lo posible para frenar un posible enfrentamiento, porque en una guerra comercial nadie gana y todos pierden.
Washington buscará presentar en breve una propuesta de negociación para evitar las represalias comerciales que Brasilia pretende adoptar por los subsidios estadounidenses al algodón. Gary Locke aseguró, tras un almuerzo con el ministro brasileño de Comercio Exterior, Miguel Jorge, y la jefa del gabinete ministerial, Dilma Rousseff, que Obama iniciaría en breve una negociación con las autoridades brasileñas.