Dilma Rousseff quiere aterrizar en China con el control de Vale do Rio asegurado y para que no quede ninguna duda al respecto, quiere situar al frente de esta gran multilatina a un hombre de su confianza. Por eso, la mandataria pretende que la salida del actual presidente de la compañía, Roger Agnelli, se produzca antes de su viaje al país asiático, el próximo 9 de abril. El temor a que Bradesco, el accionista en el que el Gobierno ha buscado apoyo, se oponga al reemplazo de Agnelli hace imposible para el Ejecutivo esperar a que el relevo se produzca en la junta de la gran minera latinoamericana, que se celebrará a mediados de abril. Dilma Rousseff quiere aterrizar en China con el control de Vale do Rio asegurado y para que no quede ninguna duda al respecto, quiere situar al frente de esta gran multilatina a un hombre de su confianza. Por eso, la mandataria pretende que la salida del actual presidente de la compañía, Roger Agnelli, se produzca antes de su viaje al país asiático, el próximo 9 de abril. El temor a que Bradesco, el accionista en el que el Gobierno ha buscado apoyo, se oponga al reemplazo de Agnelli hace imposible para el Ejecutivo esperar a que el relevo se produzca en la junta de la gran minera latinoamericana, que se celebrará a mediados de abril.
El Gobierno ha decidido que Roger Agnelli deje su cargo antes de que Dilma Rousseff inicie su viaje oficial a China para asistir a la cumbre del BRIC (Brasil, Rusia, China e India) entre el 12 y el 15 de abril. Así lo han confirmado fuentes del palacio presidencial a la prensa brasileña.
China no solo es el principal socio comercial de Brasil, cuyas transacciones han crecido un promedio del 47,5% anual, sino que además es el mayor importador mundial de hierro y la minera Vale, su principal proveedor. Una razón de peso para que el asunto de la sucesión de Agnelli, que ya está generando cierta incertidumbre entre los accionistas, se resuelva antes del viaje.
Asimismo, estas fuentes han afirmado que existe una lista de tres nombres que el Gobierno presentará a la junta de accionistas, sin embargo, todavía no hay un candidato preferente para ocupar la presidencia de Vale.
Entre tanto, los partidarios de Agnelli se han movilizado. Han conseguido que la Comisión de Fiscalidad y Finanzas haya aprobado una invitación al Ministro de Hacienda, Guido Mantega, para explicar la injerencia del Gobierno en la política de Vale.
Además de las protestas que sonaron estos días durante los debates del Congreso, resultado del trabajo del presidente de Vale en su búsqueda de apoyos entre los diputados y senadores de la oposición, algunos trabajadores de la minera han planeado una protesta para el día de hoy y tienen previsto acudir vestidos de negro en señal de apoyo al actual presidente.
El Estado posee una mayoría, un 61,51%, del accionista de Vale, Valepar. Sin embargo, para que pueda intervenir en el cambio del presidente de la compañía sería necesario el 75% de los votos, por lo que es necesario el apoyo de al menos uno de los otros mayores accionistas, como Bradespar, división de inversiones del Banco Bradesco, o la japonesa Mitsui.
Esta situación llevó al ministro de Hacienda, por petición de Dilma Rousseff, a reunirse con el presidente de Bradesco, Lázaro Brandao, el pasado día 18 de marzo en Sao Paulo para solicitar el respaldo del Banco en el esfuerzo del Gobierno por encontrar alternativas para reemplazar a Roger Agnelli