La caída en el precio del crudo hace que las petroleras se encuentren a la busca y captura de nuevos yacimientos que hagan el proceso más barato, puesto que los inversores empiezan a huir de unos costes de producción que superan con creces al del barril de petróleo. La caída en el precio del crudo hace que las petroleras se encuentren a la busca y captura de nuevos yacimientos que hagan el proceso más barato, puesto que los inversores empiezan a huir de unos costes de producción que superan con creces al del barril de petróleo.
A este problema, como recuerda la prensa latinoamericana, se le une también que los grandes yacimientos petroleros descubiertos hace décadas empiezan a agotarse, por los que las compañía extractivas deben acceder a yacimientos más complejos y difíciles de alcanzar.
Esto ocurre a escala internacional, a lo que se une de modo más pronunciado el incremento en el precio de las materias primas y a la necesidad de encontrar nuevas tecnologías para llegar al petróleo, que suelen ser más caras.
Así las cosas, el panorama para los desarrollos en tierra y mar adentro, desde el Mar de Barents al Golfo de México, parece tan incierto como el precio del petróleo, que ha caído un 40% en los últimos cinco meses, hasta alcanzar los 70 dólares por barril.
En cuanto a la inversión, en 2015, las empresas tendrán que tomar muchas decisiones al respecto. Como señala la consultora Noruega Rystad Energy, la inversión que se pondrá encima de la mesa será sobre 800 proyectos de crudo y gas por valor de 500.000 millones de dólares y de casi 60.000 millones de barriles de petróleo.
A pesar de estas estimaciones, los expertos consideran que no todos ellos sean probados. De hecho, el jefe de análisis de Rystad Energy, Per Magnus Nysveen, augura que cerca de un tercio del gasto, o un quinto del volumen, probablemente no será aprobado.
Si las hipótesis se cumplen y el precio del petróleo sigue en torno a los 70 dólares, “la mitad de los volúmenes generales están en riesgo”, ha señalado.
Cabe destacar, además que la cotización del petróleo de Nueva York sigue cayendo y batiendo récords debido a la estrategia de precios de Arabia Saudí, que busca preservar su participación de mercado en un contexto de caída de precios del crudo.
