El culebrón que enfrenta a Hugo Chávez con Exxon Mobile tiene un nuevo capítulo. El mandatario bolivariano ha ofrecido a la compañía estadounidense 1.000 millones de dólares por los activos que expropió en 2007, mientras que la empresa le exige más de 20.000 millones. El culebrón que enfrenta a Hugo Chávez con Exxon Mobile tiene un nuevo capítulo. El mandatario bolivariano ha ofrecido a la compañía estadounidense 1.000 millones de dólares por los activos que expropió en 2007, mientras que la empresa le exige más de 20.000 millones.
La campaña de nacionalizaciones emprendida por Chávez desde que accedió al poder en Venezuela le ha procurado duros enemigos dentro y fuera de las fronteras de su país. Exxon, la mayor petrolera del mundo, lleva años batallando por obtener una indemnización por los activos que poseía en el Estado venezolano y que le fueron expropiados por Chávez.
Ahora, el mandatario ofrece como compensación 1.000 millones de dólares. Sin embargo, Exxon, junto con la canadiense Conoco Philips, espera obtener para resarcirse más de 40.000 millones de dólares. Una cifra a la que, según parece, Chávez no está dispuesto a acercarse.
El procurador de Venezuela, Carlos Escarrá, había declarado ayer que Exxon estaba dispuesta a rebajar sus pretensiones económicas hasta los 6.000 millones, una suma de que debe hacerse cargo la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA). Sin embargo, la compañía sigue considerando que esa cifra «es exorbitante, abusiva y pretende cobrarle al pueblo lo que es el ejercicio soberano de su política petrolera», según han señalado desde la estatal a los medios.
Desde el oficialismo venezolano se apunta que sólo se llegará a un acuerdo entre las partes o que se aceptará “un monto razonable” fijado por el Centro Internacional de Arreglo de Inversiones (Ciadi) del Banco Mundial (BM), que es el que lleva los varios casos contra Hugo Chávez y el Estado venezolano por las expropiaciones.
El Gobierno de Hugo Chávez expropió entre 2006 y 2007 un gran número de instalaciones petroleras que fueron directamente a manos de PDVSA, la petrolera nacional. A su vez, las compañías expropiadas, Exxon Mobile y Conoco entre ellas, se negaron a aceptar la propuesta de pago o compensación.
El presidente de PDVSA, Rafael Ramírez, aseguró hace algunos meses que “las aspiraciones de las transnacionales están muy lejos de lo que esperamos que se va a resolver. Si llegamos a un número que estimamos será mucho menor a 2.500 millones de dólares entre los dos arbitrajes, lo consideraríamos un éxito”.
Ya en 2008, Exxon logró congelar temporalmente hasta 12.000 millones de dólares en activos externos de PDVSA, pero un tribunal británico desestimó luego la medida. La petrolera estadounidense ha demostrado jugar duro, por lo que parece difícil que acepte la nueva propuesta de Chávez.
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